Soy una persona creativa sin ninguna habilidad para plasmar esa creatividad, y durante años me dediqué a juntar ideas en carpetas buscando quienes les interese armarlas por el solo placer de verlas realizadas.
La insistencia me llevó a recorrer un camino que en el pasado jamás hubiera creído posible. Ya al terminar la secundaria pasé algunos años rebotando entre carreras universitarias sin encontrar nada que me apasionara, lo que terminó por la decisión de dejar la búsqueda de un título para más adelante.
Con los años, y con mi carpeta creciendo, me presentaron a un conductor de radio que buscaba ideas nuevas constantemente para aplicar en su programa o ayudar en su desarrollo. Abrazado a mi carpeta, pedí una reunión y nos juntamos a tomar un café.
Resultó que mis ideas estaban más enfocadas para otros ambientes. Tal vez las historietas, la animación, o los video juegos. Por lo que me compartió el contacto de un conocido suyo, que trabajaba en una institución más enfocada a estas posibilidades y que podía sugerir un camino para continuar.
Entable el contacto con el representante de dicha institución. Un ambiente de ensueño donde se estudiaban carreras dedicadas a la tecnología del entretenimiento, y al ver algunas de las hojas de mi carpeta recomendó que me animara a asistir a una charla referente al desarrollo de video juegos que habría en las próximas semanas, para hacerme una idea de la dimensión de la industria en el país.
Fui a las charlas para conocer más de ese mundo que aún era extraño para mí. Escuché recomendaciones de cómo llevar adelante un proyecto y lo difícil que es trascender en estos tiempos. Aún así, me quedé maravillado, y al salir le pedí su contacto al organizador de las charlas, con el fin de poder informarme ante próximas oportunidades y de lograr juntarnos en un futuro.
Y pronto me encontré con un mensaje de él en las redes, donde ofrecía su tiempo entre reuniones para aquellso que estuvieran por la zona y quisieran charlar un rato. Y yo no estaba por la zona, no tenía el tiempo, y no tenía mucho que ofrecer, más que mi carpeta llena de ideas. Pero el apoyo de mis cercanos me empujó a ir y en esos minutos recibí un nuevo dato. Un grupo de gente se organizaba con frecuencia para ayudar a aquellos que querían comenzar a desarrollar y no tenían el equipo o conocimiento necesario para hacerlo por su cuenta.
Desde ahí, el camino se volvió adrenalínico.
Conocí a mis Mentores, que me señalaron y me recomendaron que siguiera adelante, avisándome que el camino sería difícil y doloroso.
Participe de un curso acelerado y cruel, donde el mínimo incumplimiento o ausencia en una clase significaban la expulsión, y en pocos meses fui el único que quedó, ganando el título de "sobreviviente" pero con ganas de aprender más.
Fui elegido para una de las becas que se repartieron para estudiar carreras de diseño de juegos, y egresé en aquel mismo instituto que me maravilló tiempo antes y parecía inalcanzable.
Me animé a empezar a plasmar por mí mismo mis ideas, usando las herramientas que me enseñaban.
Me presenté en numerosos eventos de desarrollo y testeo, mostrando los prototipos de muchos proyectos propios.
Y comencé a devolver el favor al ser mentor en los eventos donde en aquel entonces me presenté confundido y sólo, abrazado a mi carpeta, para ayudar a los que van hoy en día y que no pierdan las ganas de seguir adelante.
Soy Diseñador de Juegos
Juegos de Mesa y Video Juegos
Soy Game Designer
Soy Creativo
Sigo abrazado a mi carpeta con ideas. Perdón, miS carpetas. Porque siguen creciendo día a día.
Y ahora la abrazo sin miedo porque tengo herramientas para llevarlas adelante. Y si no tengo el conocimiento, tengo la pasión de buscar otros lugares donde expresarme y compartirlas.
Y por eso estoy hoy acá. Espero encontrar un lugar donde poder expresar ideas y experiencias. Y sobre todo que a alguien del otro lado le sean de utilidad.
Si llegaron a leer hasta acá. Gracias. Es la primera vez que publico esta parte de mi vida, pero siento que es la mejor forma de empezar.