La noticia que impactó al mundo entero.
Jóvenes de todas las edades se preparaban para un día mas de escuela, sin saber que ya no regresarían mas, la vida les fue arrebatada en un par de segundos juntamente con sus sueños y metas.
El 20 de Abril del año 1999, Colorado, E.U. La escuela columbine se ve atacada por dos jóvenes terroristas, estudiantes del mismo, con armas y detonadores.
Según víctimas estudiantes, dan a conocer el carácter de ambos, uno de ellos , serio, introvertido, sin embargo simpatiza y se ven motivado con su compañero en la masacré de Hitler.
Días antes del tiroteo, una maestra del instituto levanta las sospechas de que algo no andava bien con ellos, pues sus palabras y actos empezaban a reflejar lo que proximamente marcaría las vidas de muchas familias.
El tiroteo dejó 12 estudiantes, un profesor y el suicidio de los autores de la matanza.
Entre ellos Rachel Scott, la joven de la cuál hoy te vengo hablar.
Esta jóven era muy conocida por sus creencias y su devoción a Dios, dentro de su escuela llegó a formar un grupo de celulas en las cuales predicaba el evangelio o daba a conocer su Fé.
Rachel de 17 años, se veía motivada hablar de Cristo a todo el que la conociera, su peculiar forma de ser la diferenciaba de los demás estudiantes.
El día del tiroteo Rachel se encontraba en la parte de enfrente del colegio sentada en la hierva junto con su amigo Richard Castaldo, cuando llega uno de los asesinos y tan solo le hace una pregunta, con armas en sus manos vestido de larga capa negra, ¿Aun crees en Dios?
Así termina la vida de Rachel Joy Scott, pero comienza una gran historia que ha motivado a miles de creyentes a defender, y vivir por su Fé.
Un diario con un par de manos dibujadas y una frase que impacto a millones de personas
“Estas son las manos de Rachel Joy Scott y algunos día tocaran los corazones de miles de personas”
Juntamente con un dibujo que profetizaría la muerte de los doce estudiantes.
Si quieres saber un poquito más, te dejaré un video aquí abajo, mientras tanto te motivo a vivir por Cristo.
Si vivimos para el vivimos y si morimos para él morimos.
(Carro de Rachel Joy Scott, en el estacionamiento del instituto columbine)
Y NO TEMAIS AL QUE MATA AL CUERPO, MAS EL ALMA NO PUEDE MATAR, TEMED MAS BIEN A AQUEL QUE PUEDE DESTRUIR EL ALMA Y EL CUERPO EN EL INFIERNO MATEO 10:28
Gracias por compartir la impresionante historia de esta chica que fue tan valiente como para aferrarse a su fe aun en medio de esta situación. Después de todo su testimonio sí ha logrado tocar a miles de personas.