Científicos han afirmado que el poder de la palabra es milagrosa.
Tan solo decir algo, afirmarlo y repetirlo de manera segura, hará que tal hecho suceda, siempre y cuando la palabra sea dicha con mucha fe.
A continuación esta hermosa oración:
Mi buen Jesús te alabo y te adoro, te amo con todo mi corazón y agradezco tu entrega por nosotros en la cruz.
Acudo ante ti, sabiendo que siempre estas a nuestro lado, que todo lo ves, que todo lo sabes y nunca abandonas.
Tu que concedes vida en abundancia y eres médico verdadero, te ruego que desciendas y concedas tu protección y amparo, a este ser querido que padece tanto de su enfermedad, apelo a tu amor y solicito la gracia de la salud.
Tu que dijiste “Yo soy el camino, la verdad y la vida”
Tu que curabas las dolencias y males de cuantos se te acercaban.
A ti acudo lleno de esperanza y seguridad.
Imploro el auxilio de tu misericordia.
Amén.
Imagen:
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