¡El declive de un buen hábito! / The decline of a good habit.

Hoy en día es muy común oír a muchas personas, especialmente a padres de familia, quejarse sobre la falta de interés por la lectura que demuestran los niños; olvidando que, quizás sin darse cuenta son ellos mismos los que están ayudando a crear una significante brecha entre ellos y este importante habito.

Esto es debido en parte a que, en su errada elección por querer ayudar a los pequeños, les permiten el uso frecuente de los medios tecnológicos que actualmente se usan para tal fin y que con frecuencia se consiguen en el internet, alejándolos cada vez más de ese útil y maravilloso hábito de la lectura en el cual entre otras cosas, puedan aprender a desarrollar sus capacidades de: análisis, interpretación o resúmenes, (por mencionar algunos).

Cada vez más frecuente uso de estos modernos sistemas que actualmente dominan el mercado, pasa un segundo plano el significativo e insustituible uso de los libros o cualquier otro instrumento de consulta literaria que anteriormente eran de uso común y que era escasamente desplazado por otro método. Esto sin mencionar que, ante todo, debemos fomentar el interés de esta casi extinta costumbre a los pequeños desde temprana edad, dando nosotros el primer paso; el ejemplo, ya que principalmente somos los padres o representante de esta nueva generación, los que deben tomar las riendas del caso para encaminar nuevamente en nuestros jóvenes el apego al nutritivo placer como lo es la lectura.

Today it is very common to hear many people, especially parents, complain about the lack of interest in reading shown by children; forgetting that, perhaps without realizing it, they are helping to create a significant gap between them and this important habit.
This is partly due to the fact that, in his wrong choice to want to HELP!! For the little ones, they allow frequent use of the technological means that are currently available for this purpose and that are often obtained on the internet, distancing them more and more from that useful and wonderful habit of reading in which, among other things, they can Learn to develop your ability to: analyze, interpret or gather, (to name a few). Through the increasingly frequent use of these new and modern systems that currently dominate the market, the significant and irreplaceable use of books or any other instrument of literary consultation that was previously in common use and that was scarcely displaced by other method.
This is not to mention that, first of all, we must promote the interest of this almost extinct custom to the little ones from an early age, taking the first step; THE EXAMPLE, since we