La temporada más generosa de Venezuela es cuando el suelo de los patios se pintan de amarillo y ese olor característico a mango dulce aflora en el ambiente, pasas a cualquier patio gritando “BUEEEEENAAAAAS” ¿Señora me da un permisito pa´ agarra´ mango? Es la época en que los mangos son GRATIS y sieeeempre te regalan.
Es una delicia comer mangos, hilachas, dudu, bocado, piña, manga, el que sea. Con cualquier mango terminas chupándote los dedos “empatucados” pero con el único propósito de dejar la pepa limpieeeciiita.
Es que disfrutar un buen mango, es que te queden las hilachas metidas entre los dientes, delirio de Dioses es un manguito (del que sea) de esta tierra fértil. Es mi fruta favorita, se me hace agua la boca solo el pensar en rebanar uno verde y echarle adobo, sal y vinagre, aunque si están muy aguaditos entonces, les hago un huequito y a chupar se ha dicho, pero si están en su punto les hago una cruz con el cuchillo y lo pelo como si fuera un cambur.
En Fin, bendición de nuestra tierra que los encontramos por todos lados, de diferentes sabores y tamaños… jajaja y hago un inciso para reírme porque mientras lo redacto este post le digo a mi esposo: - ¡Pela unos mangos ahí pues!, me responde: - Si va!, Traigo dos por si acaso (ambos sabemos que con uno quedamos con ganas de comer mas!...
La expresión “mango bajito”, se dice cuando las cosas se pueden conseguir conseguir fácilmente y sin mayor esfuerzo. Definitivamente agarrar mango bajito cuando tienes la oportunidad difícilmente se desaprovecha.
