Me he aventurado a escribir microrrelatos. Este es el primero, espero que sea del agrado de ustedes.
Ese día decidió caminar bajo la lluvia, se olvidó de las recomendaciones para evitar la peste, realmente se olvidó de todo que no fuera hacer lo que le diera la gana.
Era una mujer sola, vieja a los cuarenta, desaliñada y sin esperanza. Pero al ver la lluvia, sin ninguna razón aparente, así como estaba, en pantalones cortos, con una pequeña blusa blanca y descalza, empezó a caminar por el medio de la calle de su barrio, sentía que las gotas golpeaban suavemente sus pechos, como si quisieran hacerlos florecer; lluvia y cabellera jugaron con el viento, su cuerpo erizado por el frío se apoderó de las miradas.
Fuente
Llegó hasta la esquina y se regresó a su casa al mismo ritmo que la lluvia cesaba.
Se bañó, se puso la ropa que más le agradaba, se maquilló como en sus mejores días, y se sentó en la puerta de su casa, segura de que nunca más dejaría de ser feliz.
Buen relato amigo @acostacazorla. Tengo entendido que es más conveniente publicar directamente desde la comunidad GEMS en lugar de usarla solo como etiqueta.
Gracias amiga.
Tomaré en cuenta el consejo
Buenos días, estimado amigo. De alguna manera, llego a pensar que en el fondo nunca perdió la esperanza y que la lluvia, después de todo, fue como un soplo del espíritu que se llevó esos demonios que hacen que nos infravaloremos y nos neguemos a nosotros mismos la oportunidad de aceptarnos tal y como somos, que es, precisamente, donde reside el primer peldaño hacia la libertad. Como siempre, un buen relato de la mano de un extraordinario narrador. Un abrazo
La metáfora de la lluvia. Bonito el relato. Para pensar en la vida. Justo cuando estamos por cumplir 40 años.
Saludos, hermano.
Los 40 son buenos para empezar cualquier cosa.