Era hermosa, tenía una piel que parecía porcelana, aunque el maquillaje que llevaba era horrible, y detestaba el piercing que tenía en la ceja, quizá era la chica más bella de todas la que había visto aquella noche, caminaba con aquellos tacones que la hacían ver antinatural. Pregunté el precio, lo acordamos tan rápido que sentí pena por ella, al llegar a la habitación empezó a desnudarse, le detuve:

-.Solo quiero un par de fotos, nada más.

-.Eso costara mas.

-.Lo pagare si te lavas la cara y te quitas esa cosa de la ceja. – sonrió.

Empezó a desnudarse, tome la primera foto mientras se quitaba la ropa, la segúnda miéntras se bañaba, y las siguientes miéntras se quitaba la horrible pieza, las siguientes se las tome miéntras volvía a vestirse y a maquillarse, para cuándo terminó de arreglarse sabia que tenia las tomas perfectas para mi exposición. Pague la diferencia y dándole un beso en la frente me largué de allí.

Esa hermosa niña jamás se imaginaría que la he inmortalizado en mi obra.