Comer trozos de comida en la comodidad de un pincho (brocheta), es una de las experiencias más placenteras del mundo de la comida chatarra, caminar y comer al mismo tiempo, te permite disfrutar de ambas cosas sin la necesidad de interrumpir tu diversión.

       Tu imaginación y tu hambre es lo único que te separa de realizar un delicioso pincho (brocheta), su versatilidad y creatividad es lo que te da paso a la instauración de una brocheta (pincho) exquisita. Ya sea de pollo, carne, de vegetales, asada, horneada, frita o incluso de frutas, es una buena manera de impresionar a tus comensales sin necesidad de usar tanto el fregadero.

      Particularmente le presento uno de mis pinchos preferidos, al galante, audaz y deseoso ADONIS PARRILLERO, como el famoso Dios que derritió a la imponente afrodita, de esa manera nos derretirá nuestras papilas gustativas.

      Consiste en colocar en la parrillera o a la barbacoa trocitos de salchicha y chorizo con fracciones de pimientos y cebollas , colocarlo a la brasa o al fuego y dejar que haga el trabajo por ti.

      Ideal para un domingo en familia y pasar una deliciosa velada de campo escuchando a los lejos el bello sonido del caudal con el esplendor de la luz , es el escenario perfecto para deleitarnos con la grasita que desprende esos pedacitos de chorizos y salchicha para degustar con el ahumado del pimentón junto con las cebollas, es una sensualidad que derrite la boca.

       Así que te invito a todos los amantes más experimentados y fanático de la comida como esta humilde servidora deleitarse y dejarse llevar por tu toque de locura, y entregarnos a las paciones que se generas con tus ganas de comer y tu rico pincho.