¿Cocinar hamburguesas este verano? Mejora tu juego con estas recetas de pan casero

Si Memorial Day es el inicio no oficial de la temporada de parrilla, entonces el Día del Padre es el inicio de la celebración. Este es el momento en el que tenemos nuestros últimos ejercicios de fuego vivo antes del 4 de julio, cuando la temporada de verano realmente comienza. Y, si eres como yo, tal vez solo estés pensando en las hamburguesas este fin de semana.

Para cualquier fanático real, una hamburguesa nunca es solo una hamburguesa. Más bien, es una obra de arte, apasionadamente pensada y ejecutada con esmero. Una gran hamburguesa es la propia extensión de la identidad del maestro de la parrilla, la mezcla perfecta de carne para darle sabor y la cantidad justa de grasa para mantenerla jugosa y rica, aromatizada con la combinación adecuada de especias. Encima de esa belleza con verduras coloridas, untado de salsa casera y tal vez, tal vez, sus propios encurtidos caseros, y la mayoría de nosotros lo llamaríamos una obra maestra.

Pero, ¿y el bollo?

Demasiado triste, la mayoría de nosotros compramos los primeros bollos que vemos en el mercado. Probamos la fluffiness (al igual que los viejos comerciales de Charmin), buscamos un deslumbramiento de las semillas de sésamo y lo llamamos un día. Pero considere los bollos de hamburguesa de la misma manera que lo haría con la masa para pizza: no quiere que se roben el espectáculo, pero deberían ser capaces de mantenerse firmes en el resto del desfile. Si vas a tener todos esos problemas con los empastes, ¿por qué no te importan los sujetalibros?

Aquí hay tres recetas clásicas de pan de hamburguesa para cuando planifique sus comidas al aire libre este verano. Son sorprendentemente fáciles de hacer, la mayor parte del tiempo se pasa esperando que la masa se eleve, y no se puede superar el sabor.

Los panecillos de Brioche son ricos sin pretensiones, llenos de mantequilla y huevos, pero aún son livianos y esponjosos, y cepillados con una gruesa capa de huevo y leche se lavan para obtener un brillo dorado extra brillante cuando salen del horno.

La miel integral es un poco más saludable para los virtuosos entre nosotros. Con una mezcla casi igual de trigo integral y harinas de pan, son ligeros, casi ventilados, en lugar de densos, con suficiente miel para equilibrar los sabores de los granos enteros.

Pero mi favorito pueden ser los panecillos de pretzel: hechos con una mezcla de centeno y harina de pan, los panecillos se sumergen en una salsa de lejía fácilmente orquestada para darles su sabor y colorido característicos. (Podría omitir fácilmente el lavado y cepillarlos con huevo para colorear y abrillantar, y cubrir el producto final con sal marina gruesa).

Mientras lo hace, no se olvide de agregar sus sabores favoritos a los panecillos, personalizando cualquiera de las recetas para satisfacer sus gustos. Sabor la masa con hierbas frescas, especias o queso; cúbralos con sésamo, amapola, girasol u otras semillas, o tal vez avena o nueces anticuadas.

Un lote recién hecho de bollos es el complemento perfecto para las hamburguesas que has estado perfeccionando, y también funcionan bien intercalando pechugas, puerco desmenuzado o cualquier otro brebaje glorioso que planeas conquistar en esta temporada de verano.

La diferencia entre los lavados de pan

Las recetas de pan con frecuencia requieren algún tipo de "lavado" o glaseado antes de hornear. A veces, una receta puede requerir huevo, a veces leche, incluso mantequilla. Se usan diferentes lavados para lograr diferentes resultados. Entonces, ¿cómo elegir el más adecuado para su proyecto?

Huevo: Usar huevos enteros batidos dará color y brillo a un pan. La yema de huevo proporciona un color rico, dorando fácilmente en el horno; la clara de huevo proporciona un brillo agradable.

Leche: cepillarse con leche dará color a la corteza, ya que los azúcares de la leche ayudan a dorarla.

Agua: El agua a menudo se rocía o cepilla sobre el pan antes de colocarlo en un horno muy caliente, y mientras hornea, para darle al pan una corteza crujiente. El agua añadida a un lavado de huevo adelgaza el lavado para que se cepille más fácilmente.

Mantequilla: la mantequilla le da al pan una corteza más suave y un sabor más rico.

Edulcorantes: miel, jarabe de arce, agave y otros edulcorantes líquidos le darán al pan una corteza más dulce y suave.