Lo que aprendí sobre el vegetarianismo
Mi prima menor decidió ser vegetariana. Su motivo: llevar una vida más saludable.
En esos momentos me pregunté, como muchos otros miembros de mi familia, si esto significaba que solo iba a comer lechuga a partir de ese momento. Sin embargo, lo que pasó en las semanas siguientes a su decisión, abrió mi panorama a un mundo saludable y diverso y, de paso, derrumbó varios mitos del vegetarianismo que tenía en mi imaginario.
Al principio fue difícil… no para mi prima, sino para mí y para mi familia. ¿Era el vegetarianismo algo de los jóvenes de hoy?, ¿sería temporal?, ¿podríamos comer carne al lado de ella o no sería apropiado?
Con el tiempo, y gracias a la ayuda de mi prima, entendí que ser vegetariano es una opción de vida, una decisión personal que realmente es sencilla de cumplir con voluntad, responsabilidad, conciencia y acompañamiento profesional. Comparto con ustedes algunos mitos y realidades del vegetarianismo que les pueden ser muy útiles si han pensado modificar su forma de alimentarse.
Mito: la comida vegetariana es siempre lo mismo
Realidad: los vegetarianos pueden disfrutar demasiados alimentos. Cereales, frutas, verduras, semillas, legumbres y lácteos (a no ser que la dieta sea vegana) son parte del menú. A la carne de hamburguesa mi hermana le encontró un sustituto en la de lentejas, en la de fríjoles negros y en la de portobellos y cerveza. También reemplazó la empanada de carne por una de espinaca y ricota. Al final, me demostró que en la cocina vegetariana no hay límite.
Mito: una comida sin carne no es comida
Realidad: alrededor de la carne giran en perfecta armonía los demás elementos: arroz, papa, plátano y verduras. Mi prima desmintió mi creencia de que en el universo culinario la carne lo es todo. La proteína también se encuentra en legumbres, frutos secos, huevo o productos a base de soya como el tofu. De hecho, una porción de entre tres y cinco onzas de tofu puede reemplazar un pedazo de carne.
Mito: si no comes carne, te pones amarillo
Realidad: esta es una preocupación común. Sin embargo, ser vegetariano no significa ser anémico. Tal como lo demostró mi prima, este mito surge porque muchas personas cambian abruptamente sus hábitos alimenticios sin informarse, lo que hace que se enfermen. Si desde el principio se busca la ayuda de un nutricionista o profesional médico, no habrá problemas.
Mito: "Y ahora, ¿a dónde vamos a salir a comer? no es fácil conseguir comida vegetariana!"
Realidad: es un mito pensar que va a ser más difícil encontrar un restaurante para disfrutar una buena comida. Actualmente abundan los establecimientos vegetarianos y, los que no lo son, por lo general incluyen en su menú varias opciones verdes como ensaladas, batidos y sopas.
Son muchas las alternativas con que cuentan los interesados en modificar su alimentación. Lo fundamental es dejar atrás los mitos, pensar en realidades y asesorarse. Para así entender realmente de que se trata esta filosofía de vida y poder implementarla sin ninguna dificultad.
Al sistema no le conviene que seamos vegetarianos, realmente hay muchas razones, como por ejemplo menos dinero para su capital, personas más saludables con las cuales van a perder dinero de medicamentos, entre muchas cosas más, realmente es un tema muy extenso y se puede llegar a debatir mucho al respecto.
https://www.sura.com/blogs/calidad-de-vida/mitos-realidades-del-vegetarianismo.aspx
Cuidado con el plagio...