Aunque el clavel no figura en los libros de botánica oculta, no solo tiene una función decorativa, sino que puede propiciar el amor o constituir un medio de comunicación alternativo, el clavel es un viejo amuleto para garantizar la felicidad conyugal, en las alfombras turcas y caucásicas que se regalaban a los recién casados estaban tejidas sus flores para que transmitiesen buena suerte a la pareja.
Como garantía de amor, figura en los cuadros de esponsales de la baja Edad Media y del Renacimiento, el caso es que tal fama amatoria se debe a una confusión entre dos acepciones del término pasión, acción de padecer e inclinación o preferencia muy vivas de una persona a otra.