Hablando al oído: los tipos de amigos

Desde muy joven he sido un gran observador de todas las cosas que me circundan, por lo que muchas cosas que sé son producto del aprendizaje autodidacta, hasta para conducir un auto lo internalicé viendo las maniobras que hacía mi padre al manejar su vehículo. Esta introducción está dirigida a las personas que poseen un sexto sentido y que en el 90% de los casos ni siquiera se imaginaron que lo poseían, mucho menos lo han explotado para su bienestar y posible prosperidad.

Mi padre tuvo muchos amigos, conocía demasiada gente de todos los estratos sociales, era muy servicial y conversador y tal vez ese era el potencial atrayente de sus amistades. Por ejemplo, parte de esas amistades era en Billares García donde se reunían personas a jugar billar o pool mientras tomaban algo refrescante y en medio de las jugadas se presentaban a otros amigos del amigo y así se repetía a diario. Cuando algún familiar necesitaba ayuda de un abogado, mi padre mencionaba a uno de sus amigos del billar, o si requerían los servicios de un mecánico, mi padre recomendaba al dueño del taller que conoció tomando una cerveza en ese lugar. Realmente él tenía muchas opciones de amistades: por placer al disfrutar de la compañía de esas personas que comparten su tiempo y compañía, por la necesidad de resolver un problema como un auto que no enciende el motor, la cual se define como amistad por utilidad.

Si nos centramos en la imagen anterior, las amistades las podemos estacionar en los siguientes puestos: amistad por grupos sociales, tal vez amistades por conveniencia o amistades por actividades, tal como las dos descritas anteriormente. Si consideramos el grado de intensidad podríamos estacionarlos en los puestos: amigos o conocidos, amigos cercanos o amigo del alma.