Si eres como la mayoría de las personas, no estableces prioridades; estás haciendo malabares con todas las cosas que hay en tu vida: tu familia, tu trabajo, tus hobbies, tu desarrollo personal, tus relaciones, tu salud y tu bienestar.
Puedes hacerlo todo, sólo que no al mismo tiempo.
Lo que pasa cuando tienes mucho que hacer, es que es difícil saber qué hacer primero. Y en ese mar de tareas, pendientes y responsabilidades, se pierden las cosas que realmente necesitas hacer, que te generan valor, para avanzar hacia las cosas que te hacen realmente feliz y te acercan a tus metas.
Además, si pasas la mayor parte de tu tiempo en una sola área como el trabajo o familia, probablemente te sientas desequilibrada, surjan emociones como con culpa o con resentimiento, lo que hace que no puedas entregar lo mejor de ti en cada uno de tus roles, y te veas corriendo en una de esas rueditas fijas para hámster, rodando súper rápido, ocupada, pero que no te lleva a ningún lado.
Como siempre les digo, el balance es dinámico, y hay que ir ajustándolo según las etapas que estemos viviendo, lo importante es crear la CONCIENCIA y responsabilidad (que es nuestra) de buscar siempre volver a nuestro centro, allí donde nos sentimos satisfechas, llenas, con sentido de logro, enfocadas, conectadas, en FLOW.
Y esa parte de la responsabilidad es muy importante.
Si estás constantemente quejándote y viendo el tiempo como tu enemigo, esto pasa:
Drenas toda tu energía en un círculo vicioso de inacción que no te lleva a ningún lado
Estás agotada todo el tiempo con la sensación de no lograr nada de valor
Sientes que no tiene control y todo “te pasa”
Crees que todo mágicamente va a mejorar o pasar
La clave para salir de este ciclo es cambiar tu relación con el tiempo, hacerte cargo de cómo inviertes tu recurso más preciado y aprendes a hacer cambios que te ayuden a manejarlo mejor.
Pero primero definamos qué son PRIORIDADES: es lo que quieres lograr a corto o mediano plazo. Esas metas que quieres alcanzar en un período de tiempo determinado que te harán sentir como quieres al lograrlas.
Por ejemplo: Si tu prioridad es generar una fuente de ingreso estable y constante con tu emprendimiento, es porque tal vez estás buscando sentirte realizada profesionalmente o independiente económicamente. Si esa es tu prioridad, todos los días, en tu lista, tienen que haber acciones que te acerquen a lograrlo
Muchas personas se atascan hundidas en listas de tareas pendientes con miles de "deberes" en lugar “tareas de valor” como yo las llamo.
Esas “tareas de valor” son aquellas acciones/actividades que TU ELIGES ejecutar que están alineadas y te acercan a tus metas y a cómo te quieres sentir. SIN EXCUSAS.
Si tus prioridades no están claras
Te cuesta más decir que no
Te cuesta más pedir ayuda
Actúas desordenadamente
Se te va el tiempo “ocupada”
Te sientes agobiada (y muchas veces de mal humor)
¿Qué pasaría si de ahora en adelante haces tu lista de “tareas de valor” que realmente reflejen las cosas que representan tus prioridades, tu elecciones auténticas, y tus metas?
Antes de compartirte 3 pasos para aprender a hacer tus listas de tareas, quiero darte estas recomendaciones:
Tus prioridades deben ser pocas para que puedas enfocarte. Recuerda siempre que menos es más.
Mientras más conectadas estén esas metas/prioridades a tus valores, fortalezas, pasión, tu porqué, más probabilidades tendrás de alcanzarlas.
Para comenzar a administrar mejor tu tiempo tomar el control, sigue estos tres pasos:
Sé consciente de cómo estás invirtiendo tu tiempo actualmente
El primer paso para cambiar tu relación con el tiempo es evaluar cómo vas a invertir tu recurso mas valioso.
Escribe todas las cosas que haces en el día.
¿Cuánto tiempo pasas en cada área?
La forma en que inviertes tu tiempo es una declaración de cuáles son sus prioridades.
¿En qué te estás enfocando hoy?
Como siempre les digo, así como somos unas leonas con nuestros hijos o lo que nos importa, tenemos que ser también unas leonas de nuestro tiempo.
Evalúa qué tan satisfecha estás con la forma en que estás utilizando tu tiempo
Piensa en las áreas más importantes de tu vida
Tu carrera/Trabajo
Tu Familia
Tus relaciones
Desarrollo personal
Tus finanzas
Tu salud
Tus Hobbies/esparcimiento
(y cualquier otra que quieras poner)
Califica que tan bien estás viviendo cada una de estas áreas.
¿Qué tan satisfecha estás con la cantidad de tiempo que pasa en esta área y tus resultados en cada una de ellas?
Califica esto en una escala de 1-10.
Establece tus prioridades para comenzar a hacer más cosas importantes en tu vida.
El tercer paso para reordenar tus prioridades es identificar qué te gustaría lograr o hacer más para sentirte como quieres.
¿Qué es lo más importante en mi vida en este momento?
¿Dónde me gustaría pasar más tiempo?
¿Dónde querría pasar menos tiempo?
¿Qué áreas necesitan mi atención ahora?
¿Qué quiero lograr en los próximos 6 meses?
Respóndete estas preguntas y crea una nueva lista de prioridades. Una vez las tengas, todos los días haz tu listas de pendientes con tus “tareas de valor”.
Recuerda que tus prioridades pueden cambiar y son parte de esa balance dinámico que les hablé.
Con esta nueva visibilidad puedes trabajar más enfocada, eficiente y productiva, pero sobre todo que tu día esté lleno de más acciones y menos quejas.
Cuidar tu tiempo es cuidarte a ti.
¡Disfruta de tu nueva lista de prioridades! y espero que también vengan acompañadas de muchos check mark porque significa que YA LO HICISTE! (amo ese feeling de tachar pendientes jejeje).
Espero que te ayude. Me encantará escuchar tu experiencia.
Un abrazo,
Kari