Parece que estamos más de acuerdo de lo que yo pensaba, sólo que lo afrontamos con perspectivas tremendamente distintas, casi opuestas.

Sí, yo creo que me consideraría una persona pragmática. Me gusta la ciencia, en especial la física. Entiendo la referencia a la energía, pero no sé si de verdad tenga cabida en el mundo en que vivimos. A ver, una cosas es la energía en el área de la física, que se define como la capacidad de la materia para producir trabajo, y se representa como energía cinética, calórica, entre otras. Y otra cosa es la energía espiritual, en la que se puede creer más o menos, e incluso yo puedo aceptarla como concepto etéreo. Pero no creo que la energía "espiritual" exista como tal. La "energía" que conecta a dos personas que se llevan muy bien no es mensurable, y sin duda no se solapa con la energía en el ámbito de la física.

Por otra parte, soy artista y sí soy partidario de la idea de la energía espiritual, pero eso, como un concepto, una idea etérea a la que llegamos para explicar acontecimientos sin entrar en términos científicos ni al absurdo de lo específico. La idea de este tipo de energía es muy bonita para cargar de significado a lugares o acciones, y arroparlos con una sensación de lo desconocido. ¿Pero creo que puede, realmente, afectar al mundo material? Pues no. Lo veo más como un fenómeno lingüistico antes que material. Uno muy hermoso y útil, pero no por ello más real.

Podemos hablar de energía para intentar conceptualizar lo que no entendemos (o lo que no queremos tocar para no ser estremadamente específicos) sobre el éxito. Para hacer simple lo complejo, y que se entienda en el papel. Pero no creo que en la vida real haga gran diferencia, o que exista siquiera.

Un saludo y gracias por la respuesta tan dedicada ^w^