Ese gol contra Alemania me hizo sentir tan bien que acabé por espantarme, no dije nada pero en el momento era una felicidad que me desbordaba. Y si Alemania hubiera anotado, o le hubiera dado la vuelta al partido estoy seguro que mi tristeza y quizás coraje habrían sido inmensos. Y es que tengo la fortuna que desde que recuerdo México siempre está en los mundiales, entonces es una emoción de cada cuatro años, a veces se complican las eliminatorias, pero al final sigue la participación constante. Siempre tengo fe en que México sea campeón, pero siempre sigo la lógica, sólo que en este mundial ninguno de los favoritos me ha convencido del todo, así que ya no quiero hacer más pronósticos. Y por cierto, el tercer párrafo es muy gracioso para un mexicano. Saludos!