El reino de los cielos es de los Niños, pues ellos estan libres de pecado.

Dios tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros, y cuando aprendemos a creerlo, amarlo, y aceptar su palabra, podremos hallar la resignación a lo que nos parece incomprensible y sin explicación en esos casos.

Nos alegramos y le damos gracias a Dios cuando nos ocurren cosas buenas.
¿Pero cuando nos ocurre algo malo, entonces vamos a molestarnos con Dios y a cuestionar su voluntad?
Debemos aceptar las cosas buenas y las cosas malas, debemos aceptar Su Palabra como la santa y perfecta voluntad y jamás dudar, o cuestionarla, sino obedecerla con y fe, de que Dios siempre obra bien.

Cuando se confía plenamente en la voluntad de Dios, y se le ama, todo lo que nos pasa, por muy grande y doloroso que sea, hasta la enfermedad y muerte de un ser querido, especialmente cuando se trata de un Niño, Dios nos dará la fortaleza y lograremos entenderlo y aceptarlo.