Luego de trabajar de desempeñarme durante 25 años como docente universitario, veo con gran preocupación el futuro de las Universidades de mi país Venezuela.
La educación universitaria en este país ha sido considerada, una de las mejores de Latinoamérica, prueba de ello es el éxito de los profesionales egresados de nuestras casas de estudio que, en diversos países han sido considerados de excelente calidad tanto en el contexto académico como el personal.
Contamos en Venezuela con Universidades públicas y privadas con una altísima exigencia que garantiza la calidad del producto humano que entregamos al mercado laboral, competitivos, responsables y sobre todo con un alto espíritu de trabajo en equipo y sentido de cooperación. Estados Unidos, Canadá, Panamá, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y otros países han dado acogida a nuestros jóvenes y éstos han dado muestra de su calidad.
Sin embargo, hoy nuestras Universidades enfrentan una crisis que se asemeja a al síndrome del nido vacío, al igual que muchas familias venezolanas han visto partir sus jóvenes hijos, en busca de de nuevas oportunidades que les permitan cumplir sus sueños, muchos de nuestros estudiantes han partido sin culminar sus estudios pues la situación económica los ha empujado a hacerlo.
La crisis económica en Venezuela también tocó el sector Universitario que hoy se ve en serios problemas para sobrevivir con presupuestos que son insuficientes para su funcionamiento, sueldos y salarios que alcanzan para un 5% si acaso del estimado del presupuesto familiar, beneficios socioeconómicos para el sector estudiantil ya inexistentes, como lo son el beneficio de comedor y transporte…
Elogio el ímpetu de los que aún sostienen las Instituciones aún en tales condiciones y siguen en la lucha. Profesores, trabajadores, obreros y los estudiantes que aún persiste pues no pueden partir.
Hoy las Universidades como una muestra representativa del país también están en crisis.
Nuestro reto es continuar creyendo en la universalidad del pensamiento, en la pluralidad de la educación y en la inversión en los valores que acrecientan el ser humano para construir un mundo mejor.