Dos reconocimientos a José Martí

in #educacion7 years ago

1.-José Martí y la Universidad de Yucatán, una relación histórica

Edgar A. Santiago Pacheco

Apenas pasados unos días del 165 aniversario del natalicio de José Martí, en donde diversos eventos organizados por instituciones y grupos culturales mostraban el reconocimiento a la trascendencia del pensador cubano, llegó a mis manos un texto de un viajero que visitaba el sureste del país en diciembre de 1953, invitado por instituciones universitarias de Yucatán, Campeche y Tabasco para impartir una serie de conferencias, destacando la figura de José Martí. En este homenaje al insigne Martí, la Universidad de Yucatán asumía un papel protagónico, como institución donde la intelectualidad yucateca se enraizaba, tal como se resume a continuación.
En el libro titulado Del gran Cairo al Grijalva: impresiones de un viaje por el sureste de México, salido de la pluma del cubano profesor José Carrillo y editado por la Sociedad de Amigos del Libro Mexicano, encontramos estampas inmejorables de la vida intelectual, de la educación y la cultura de Mérida de mediados del siglo XX, nombres y figuras surcan sus páginas, pero para la ocasión destacamos la del rector de la entonces nuevamente Universidad Nacional del Sureste, Eduardo Urzaiz Rodríguez, organizador del homenaje a José Martí, quien con mucho más de sesenta años de residencia en Yucatán, “no había perdido su acento de cubano nativo de Guanabacoa”.
El médico-intelectual era descrito por el viajero como de “mediana estatura, magro de carnes, con luenga y lineal barba nevada que le cae sobre el cuello, retorcidos mostachos y ojos irónicos de mirar inquisitivo, es la estampa del maestro… figura patriarcal de la cultura yucateca, de pródiga función cívica… hasta desempeñar con beneplácito y complacencia unánime la rectoría de la máxima casa de estudios a sus setentinueve años de edad que le mantiene erecto y firme en el andar”.
La Universidad, decía sobre el tema, el secretario general de esa casa de estudios, Luis Peniche Vallado, aun en sus momentos de “precarios medios económicos con que cuenta... para su vasta función y las vicisitudes que padece para cubrir los déficits de su presupuesto”, asumía la celebración del centenario del nacimiento del universal José Martí. Celebración que culminó en Yucatán con el mejor homenaje a su pensamiento, escribía a su vez el conferencista invitado y eminente masón presidente de la Logia Acción Masónica número II, el referido José Carrillo.
La alma mater de los yucatecos, siguiendo su tradición liberal y humanista, reconocía la trascendencia de Martí, y para celebrar su Centenario organizó un comité presidido por el rector Eduardo Urzaiz. Entre los principales eventos organizados, destacaron ciclos de conferencias, concursos escolares, edición de folletos y monografías y la consagración de la biblioteca pública del Parque de las Américas bajo la advocación del gran cubano. Los ecos de la celebración asomaron en los periódicos de la época, con más detalle en el Diario del Sureste, de vocación liberal. Quedaba así expresada en el centenario de Martí la importancia de la Universidad como impulsora del pensamiento y de la obra martiana, misma que hemos podido rastrear en otros momentos de su historia.


2.-Divulgación de La Edad de Oro
Cristóbal León Campos

“A nuestros niños los hemos de criar para hombres de su tiempo y hombres de América”.
José Martí

I
La influencia de José Martí en la educación latinoamericana es un tema que ha comenzado a cobrar suma importancia, estudios recientes muestran la trascendencia de sus ideas y sus preceptos sobre la educación, principalmente a través de La Edad de Oro, revista que editó dirigida a los niños de Nuestra América. En Yucatán, esta influencia se reflejó entre los patriotas cubanos exiliados que comenzaron a llegar desde el inicio de la Guerra de los Diez Años (1868-1878), principalmente entre los pedagogos que encontraron en el Mayab, el terreno fecundo donde cultivar su praxis educativa. Entre estos migrantes sobresale Rodolfo Menéndez de la Peña, cubano exiliado que con el paso de los años llegaría a ser una figura central de la educación en Yucatán, quien editó durante veinte años la revista La Escuela Primaria (1886-1907), en la cual reprodujo importante pasajes de La Edad de Oro, junto a artículos del prócer cubano. Además, sostuvo con Martí una importante comunicación epistolar, mediante la cual intercambiaron ideas sobre temas como la independencia de Cuba, la educación y la conformación de la niñez.
La universalidad del pensamiento martiano y la influencia que el prócer cubano ejerció sobre la pedagogía de Rodolfo Menéndez de la Peña y otros pedagogos cubanos exiliados en Yucatán, se refleja en el ideal de educación que compartieron, cuya base es la libertad como derecho elemental de los seres humanos.

II
José Martí escribió “Para eso se publica La Edad de Oro: para que los niños americanos sepan cómo se vivía antes, y se vive hoy (…) Así queremos que los niños de América sean: hombres que digan lo que piensan, y lo digan bien: hombres elocuentes y sinceros”, como dedicatoria para La Edad de Oro, revista mensual de recreo e instrucción publicada en Nueva York, entre julio y octubre de 1889, de la cual se publicaron cuatro números. La revista tiene un mensaje universal, en sus contenidos (cuentos, poemas, versos y artículos) fomentó su ideario anticolonialista, patriótico, y de amor por la gran patria latinoamericana, inscribió en sus páginas la devoción por la justicia, la verdad y la belleza. La Edad de Oro es, sin duda, una herencia invaluable para la pedagogía y cultura latinoamericana centrada en la infancia.
Tal y como dice el doctor Salvador José Arias García, la importancia radica en que “Martí quiso hacer esta obra para el futuro; él pensaba, en su proyecto cultural y revolucionario, que hablar a los niños, convencerles, transmitirles ideas iba a garantizar el porvenir. Pues muchos de los temas que trata poseen una vigencia tremenda”. El proyecto educativo de Martí propone una perspectiva transformadora, en la que se incorpora la necesidad de un saber técnico, científico, estético, humanista, cívico. Una formación integral del estudiante que participa de los procesos de enseñanza y aprendizaje en diferentes modalidades, formal o no formal, así como niveles educativos desde preescolar hasta el universitario. Su filosofía de la educación muestra el alcance de un proyecto político que refleja los intereses teóricos y metodológicos del pensamiento liberal, ilustrado, así como emancipador. Estas características permiten valorar la vigencia en los actuales enfoques de educación de niños, jóvenes y adultos, así como la educación popular.

III
La Edad de Oro es, ante todo, un proyecto para la construcción y constitución integral de los seres humanos del futuro, su valor, ético, moral, histórico, literario y pedagógico, ponen en claro la vigencia del pensamiento de Martí, y su necesaria divulgación entre todos los pueblos latinoamericanos, su lectura, contribuye al mejoramiento humano, sueño al que el prócer cubano entregó su vida. Hoy día, ya ha comenzado la histórica divulgación de La Edad de Oro entre los niños y jóvenes de Yucatán por parte de la Secretaría de Educación (SEGEY) y la Oficina del Programa Martiano a través del Centro de Estudios Martianos de La Habana, Cuba, con el firme propósito de que se conozca, se estudie y, sobre todo, se utilice, para la comprensión de nuestras identidades, nuestras historias comunes, y nuestra necesaria integración y unidad “Con todos y para el bien de todos”.
Esfuerzos como éste que en la actualidad nos llama a comunión deben reproducirse en los centros educativos de todo el Estado, celebrar nuestra identidad latinoamericana y caribeña debe ser un ejercicio diario. Leer y honrar a los próceres de nuestra identidad, conocer los orígenes de nuestras manifestaciones culturales y ser conscientes de nuestras múltiples identidades, contribuirá a mejorar las relaciones sociales y culturales, además, reconocer que el color de nuestra tierra no es uno, sino muchos, ayudará a evitar que el racismo, la discriminación y la intolerancia sigan lacerando a nuestras sociedades. Nuestra identidad latinoamericana se fortalece en su ejercicio diario consciente.

La Habana, Cuba, Febrero de 2018
Integrante del Colectivo Disyuntivas