Hola! Mi nombre es Gab y soy bloggera profesional. Es decir que trabajo con mi blog, que no es este, sino otro en donde escribo contenidos sobre productividad y negocios online. Acá en Steemit les voy a compartir un costado más personal, por un lado para hacer mención de cosas que no puedo publicar en mi blog profesional, y por otro para practicar escritura.

Los primeros posts que publicaré forman parte de un blog que tenía en wordpress, que decidí trasladarlo acá para continuar con el hilo y para que sepan de dónde vengo. Aviso que son un poco crudos, porque los escribí con mucho dolor.

Hoy vivo una historia muy diferente, pero sé que parte de mi crecimiento se lo debo a los eventos que viví en 2013, así que el primer post será el que dio inicio a este proceso de renacimiento.

Por algo se empieza [11/05/13]

Creo que es el tercer intento de escribir un blog, pero no se si esta vez es un blog o una especie de diario. Tengo mucha necesidad de expresarme, no soy una persona extrovertida y la verdad que muy pero muy poco expresiva. En estos días hablé mucho, muchísimo, ya llegaba un punto en que me perdía en las conversaciones. Pero hoy siento que en todo lo que hablé solo di explicaciones, explicaciones de porqué pasó todo, explicaciones de porqué estoy tranquila, explicaciones de porqué siento ciertas cosas, puras explicaciones.
Me gusta tener todo bajo control, que todos entiendan todo, que no quede ninguna duda y que nada quede a la imaginación. Necesito tener todo calculado, necesito saber que todos van a hacer lo que pactaron, necesito estar segura de la dirección que toman todas las cosas.
Voy y vuelvo al futuro y presente, ni hablar lo que viajo al pasado.
La realidad es que estoy congelada, me muevo y no me siento mover, mis pies están muy fríos. Tardo en dormirme porque por mas que use medias abajo de la frazada ellos no me dejan calentar el resto del cuerpo y relajarme. No sé si tener sueño está mal, tal vez debería costar más dormirme. Lo mismo me pasa con el apetito, sigo comiendo normal y eso significa que como bastante. Aunque si me pongo a pensar, mucho no me importa lo que debería sentir o no, debería hacer o no.
Me dejaron de importar muchas cosas.
Por ejemplo, quizá en otro momento estaría planeando en qué día y horario me estaría comunicando con cada uno de los familiares y amigos para saber como están. No porque voy a estar pensando siempre en ellos, sino para quedar bien, ya que yo siempre me consideré la novia perfecta.
Hoy, el quedar bien o no, está en el último lugar. Porque en verdad quería quedar bien solo con él. No es que me importaba lo que dijeran él o los demás de mí, es que yo le quería devolver lo perfecto que el era conmigo.
Cuesta creer que ese compañero perfecto no está más. Sí, era perfecto. Yo estaba enamorada, pero enamorada consiente. Sabía que si tenía algo que me molestaba, llamemosle defecto, yo tenía toda la libertad de expresárselo y él tan caballero lo iba a intentar cambiar. A mí, en cambio, me costaba recibir sus críticas, me molestaba y no siempre estaba dispuesta a dar el brazo a torcer, porque como siempre, yo tenía una explicación para todo.
La única palabra linda que puedo decir en medio de tanto dolor es un “gracias”, porque no sé si alguien como yo merecía tener una relación con una persona de corazón tan libre y tan fresco.