Es el “Trato o unión que hay entre dos o más entidades” o “Conexión entre dos o mas cosas”
La relación más importante que tenemos como seres vivos es con Dios.
Como hijos del Padre; honrarlo, respetarlo y quererlo son las bases más importantes en ella.
La comunicación es una parte fundamental en toda relación a la cual llegamos por medio de la comunión.
¿Cómo lograr una buena comunión con Dios? ¿Es lo mismo comunión y comunicación?
Para respondernos necesitamos conocer ambos términos:
Comunión: Proviene del latín communio; “Participar en lo común” o “Unión de dos o más cosas en lo que tienen en común”.
Comunicación: Proviene del latín communicato –onis; “Intercambiar información entre dos o más participantes” o “Transmitir y recibir mensajes a través de un sistema compartido de signos y normas semánticas”.
Ya notamos que no son lo mismo pero están vinculadas en una buena relación. A parte de la comunión y la comunicación, las relaciones también exigen algo muy valioso… el tiempo.
Nuestro mayor guía, Jesucristo su único hijo, hablaba con el padre en comunión todas las noches. Su relación es tan íntima y llena de un amor tan grande que sin duda es infinita. Él es nuestro mejor ejemplo a seguir.
Mientras más tiempo dediquemos a nuestra relación con Dios mejores serán los resultados pues recuerda que esta debe ser una prioridad.
Entonces retomemos lo que sabemos hasta ahora: Relación: Es la conexión entre dos o más entes; Comunión: es la unión de cosas en común; Comunicación: es transmitir mensajes a través de un sistema compartido. La relación se desarrolla con el tiempo.
Jesucristo en la tierra estableció en sus enseñanzas las bases para una relación con su padre nuestro Señor:
• Obediencia
• Amor
• Temor
• Comunicación
Ya que nosotros estamos en busca de nuestro Señor Padre, somos nosotros quienes debemos estar en comunión con Él, en este sentido debemos buscar tener cosas en común.
A través de la obediencia, el amor y el temor a Dios estableceremos una comunicación en la oración y crearemos una comunión celestial. Lo que obtendremos será PODER y con Él de nuestra parte, ¿Quién contra nosotros?
La oración tiene poder cuando se hace en nombre de Dios y Jesucristo.
Pero este poder magnánimo proviene de nuestra comunión con Dios.
Cultiva tu relación con Él y obtendrás éxito en tu día a día.