Pese a tener que jugar prácticamente todo el partido después de que se le dislocara un dedo, Stephen Curry fue uno de los artífices de la victoria de los Golden State Warriors en el segundo partido de las Semifinales de la Conferencia Oeste contra los Houston Rockets (115-109). El base acabó el choque con 20 puntos y cinco asistencias además de dejar una de las imágenes de la noche con un canastón que no subió al marcador al estar el juego parado.Curry intentó montar una transición de los Warriors tras un rebote y recibió una falta de Clint Capela. Una vez señalizada la infracción, el base lanzó una especie de bandeja desde el centro del campo que acabó entrando y provocando la admiración de todo el público presente en el Oracle Arena.