Zobeyda Jiménez: la Muñeca Cimarrona

in #culture7 years ago

Saludos comunidad STEEMITNIANA, espero se encuentren muy bien, ha llegado la hora hablarles de un referente de la cultura popular en Venezuela y de darles a conocer el personaje que cierra el trabajo de "la maravillosas Flores de la Candela" se trata de Zobeyda Jiménez la Muñeca Cimarrona, así es como ella se denomina en su autobiografía, se trata de una maestra muñequera que fue y sigue siendo un verdadero baluarte en la cultura popular venezolana, pues ella difundió el arte de la muñequería tradicional desde los años 70, en todo el país, fue llamada loca, sin embargo “Pero que hermosa la locura de Zobeyda” como lo dijo el cantor Alí Primera.

En su Autobiografía dice: “Soy Zobeyda Jiménez. A veces soy Zobeyda, a veces soy muñeca. O soy las dos cosas… amante de las cosas sencillas de la vida. Quiero niños felices, gente feliz”

Fuente: https://letralia.com/260/0202jimenez.htm

Nació en el Estado portuguesa, en su amado Píritu fue maestra de primaria y preescolar, enseñaba hacer muñecas sin molde porque en la vida no existen fórmulas mágicas, ni hay porque seguir patrones, vivir en libertad era su máxima premisa. Decía tener en su corazón la edad de 7 años, Se autocalificaba como una militante del amor, con constancia y esfuerzo podemos alcanzar nuestros sueños pregonaba. Fue nombrada patrimonio Cultural viviente y obtuvo el premio nacional de cultural, en la mención de Cultura popular entre muchos otros reconocimientos. Fundo la casa de las muñecas de trapo que hoy es reconocida como un museo por la UNESCO, en su autobiografía la amorosa Zobeyda se define como niña pulpera (tradición antigua de bodega) y cuenta cómo fue su vida con su padre y hermanos, rememora la experiencia del primer cine en su casa, habla de todo lo que tuvo que sufrir en la vida política de su padre, la clandestinidad “Yo era una niña subversiva. Soy una niña subversiva” a tal punto es su irreverencia por romper la reglas establecidas, que hacia sus propias reglas, escribía manifiestos, poemas y tenía todo un quehacer literario en torno a la creación de estos maravillosos seres las muñecas, se destacó por su trabajo social desde escuelas hasta cárceles, ejemplo de desprendimiento, impulsando su herramienta las muñecas como un instrumento de sanación y liberación a tantos corazones cansados de la dureza de la vida.

Cuenta como desde un humilde origen libro un sinfín de peripecias hasta llegar hacer maestra y como en este ejercicio se hizo del arte ancestral de la muñequería, la experiencia de sus niños en sus prácticas educativas no convencionales. Decía que los niños eran sus más grandes maestros, en su biografía destaca:

“Las muñecas de mi pueblo cantan y proclaman libertad. Los niños me han hecho creer que las muñecas de trapo son un poema concreto y me han hecho creerme a mí misma una muñeca de verdad, al punto de que no me avergüenza manifestarlo en cualquier lugar y delante de quien sea. He internalizado en mi alma esa idea y digo que las muñecas de trapo estamos armadas con los niños y los poetas, cantando y proclamando libertad por el mundo”

Zobeyda era una maestra, titiritera, maga, cultora toda nobleza y de una profunda sabiduría desde la ternura, se identificaba con los dolores colectivos, y se empodera de su arte para ser la voz de todas muñequeras que calladamente urdieron los sueños de los niños.

Fuente:http://venezuelaehistoria.blogspot.com/2018/02/zobeida-candelaria-jimenez-de-ochoa.html

Tenía una muñeca muy especial, su compañera: La muñeca Eusebia, que llevaba a todas partes. Realizó un destacado trabajo de testimonios de muñequeras tradicionales, llegando a concluir que hay grandes verdades en los embustes de los cuentos de las muñecas.

Sin más, espero haya sido de su agrado este post y se motiven por conocer un poco más de este peculiar personaje, Militante del amor y de los sueños.
Fuente:
Autobiografía de la Muñeca Cimarrona/ Fundación Zobeyda La Muñequera 2012.

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Tanto quise conocer a Zobeyda y parecerá irónico, un hijo putativo trabajaba conmigo, le hice no sé porque razón el comentario que yo admiraba el trabajo de Zobeyda, y fue cuando me comentó que algún día conocería a su mamá. Pues imagínate lo encantada que estaba.
Lo triste de todo esto, es que pocos meses después me llamó para decirme que su mamá estaba hospitalizada y me acerqué para acompañarle, cuando llegue había muerto. Me tocó ayudar a realizar los trámites para su traslado a Portuguesa, era un viernes en la tarde y bueno ya sabemos lo que significa intentar tramitar algo pasadas las 4 pm.
En fin, donde quiera que este Zobeyda, ya debe haber abierto su museo de muñecas.

Saludos @valquerales que experiencia tan especial. Por lo menos tuviste la dicha de poder servirle de alguna forma. Yo aunque admiro mucho su trabajo, no logre nunca verle en persona. Te abrazo en la circunstancia de este viejo cariño compartido.