Estrellas en el cielo

-¿Qué hace ella aquí?

-Realmente ni idea, pero como me encanta verla dormir.

-Algún día terminaré loco si sigo hablando solo…

La cara de la bella dama se fue iluminando con los cálidos rayos del sol de aquella hermosa mañana, lo que dejó a Khris admirándola, dándose cuenta lo serena que se veía al estar sumida en sus sueños, así pasó un buen rato hasta que sus párpados le cambiaron esa vista por una gran pantalla negra, llevándolo a la profundidad de su imaginación.

-¡Amor, despierta! ¡Despierta!

-¿Qué pasó?

-Tenemos algo importante que hacer hoy, ¿Lo recuerdas?

Así con un ojo entre abierto y el otro cerrado se levantó y vio a la bella dama que lo despertaba vestida deportiva, lo que lo logró hacer asumir que debía arreglarse en la misma tónica.

Pasaron unos cuantos minutos y Khris estaba listo para salir.

Al abrir la puerta la dama no solo se le iluminó la cara con los rayos del sol, si no que parecía que una pureza especial se desprendía de ella, un resplandor que la iluminaba por completo. Cuando Khris pudo hablar luego de aquella exquisita vista dijo…

-Cada vez que salimos juntos pienso que vivimos en la mejor casa de todas.

-Es verdad amor, salir y estar rodeados de tanta naturaleza es excelente.

-Por cierto, ¿A dónde es que íbamos a ir?

-Amor ¿no recuerdas que te dije para subir hasta la copa de la montaña?

• Ah claro, ¡Vamos!

Pasaron horas subiendo hasta que el sol se comenzó a ocultar y la luna comenzó a prevalecer.

-Oye Cielo, ¿y si nos detenemos? Creo que debemos descansar un poco llevamos todo el día caminando.

-Si eres flojo, ya quedan solo dos curvas… Vamos.

-Está bien, está bien…

Dos curvas más arriba Khris dice con su cara de alegría…

-Ahora si llegamos, ¡al fin!

• Si, si… Te quejas mucho amor.

-Fue un largo camino y lo sabes, ¡Ven conmigo!

-¿A dónde?

-A aquella roca que sobresale.

• ¡NO! Sabes muy bien que me da mucho miedo Khris…

-Confía en mí.

-Bueno, está bien…

• Camina con calma, no te asustes.

• En eso estoy, no es fácil, estamos muy alto.

• ¿Lo ves? No hay nada que temer.

-Antes de que digas lo que sea, quiero decirte que admires esta belleza de paisaje…

Ambos se quedaron admirando el hermoso paisaje acostados en la gigante roca, cuando Khris le dice a Cielo…

-Tu mamá tenía mucha razón en llamarte Cielo.

-¿Por qué lo dices?

-Pues, míralo, el cielo es hermoso y sereno, ¿sabes algo? Esta mañana desperté tan temprano que no había salido el sol, al mirarte allí dormida recordé un cielo estrellado, tus pequitas se iban iluminando mientras el sol te comenzaba a acariciar la carita, esa hermosa imagen me ayudó para volver a dormir…

• ¡Que hermoso!

Fue lo único que pudo decir Cielo antes de que ambos se sumieran en un beso que para ellos duró para siempre.
Puede que la vida ponga de frente a personas que jamás pensaron estarlo, sin importar que tan diferentes sean, ni que tantas cosas se digan, siempre estarán bajo el mismo cielo que los ilumina con el bello resplandor de las millones de estrellas.

Nacido en un sueño.

Manuel Alzuru.

Dibujo realizado por Jesus Medrano.