Esta vez comenzaré bien, ‘‘esa es la idea’’ me repito todos los días al despertar.
En fin, esta es la historia de un corazón hecho pedazos, uno que se levanta todos los días envuelto de soledad, con ganas de que alguien barra los trozos de vidrios rotos en el suelo de su sala…
No quiero comenzar por el típico ‘‘Erase una vez…’’, creo que la mayoría de esos inicios terminan bien, terminan feliz… ¿Pero acaso las historias no deberían narrar un hecho verdadero? ¿Por qué indagar en una fantasía que no se va a cumplir? No podía evitar pensar eso mientras miraba su fotografía. A veces siento que pude haber hecho más, pero mi terapeuta me convence en que no es así, y aunque ella diga ‘‘vete’’, yo sólo pienso en atarme a ti.
Todas las mañanas me repito, ¿Y aquellos planes que no hicimos? En serio quería caminar contigo; ir a la playa, al río, al cine… Pero tú quisiste hacer otra cosa. Al parecer termine fallándote y fallándome… ¡SÓLO DIME CUANDO! ¡CUANDO! Cuando, donde para acabar con esto… Entraste en mi vida y simplemente armaste el rompecabezas de mi alma para romperlo en pedazos, para decirme ‘‘ahora constrúyete’’.
Quería verte crecer, verte brillar, verte hacer lo que yo nunca pude hacer. Ayudarte a enfrentar tus miedos para que así te dieras cuenta que eras tú quien te los implantabas. Quería darte tantos recuerdos, hija… Sé que no tenías tiempo, lo sé, pero realmente estaba dispuesto a esperar.
El verte nacer fue una de las cosas más hermosas, pero cuando algo nace, se cobra la vida o alma de otro ser. Tú te cobraste la de tú madre. Ya lo teníamos previsto, sabíamos las consecuencias de tú nacimiento y con el dolor de mi alma, las termine aceptando por tu madre, ella de verdad quería tenerte, iba a ser su último regalo para mí.
Claro, al principio no lo vi así, para nada, es más no lo quería. Pero, al verte comprendí lo que ella desde el principio sabía, mi amor… Incluso cuando te veía, sabía que tenías parte de su mirada, eso me hacía estar en paz. Sabíamos que había una posibilidad de que nacieras con alguna enfermedad, pero fuimos positivos… Al parecer la vida tenía otros planes.
A los días comenzaste a presentar problemas respiratorios, me sentía impotente, no sabía qué hacer para ayudarte, para salvarte… Maldición. Los doctores no sabían exactamente que pasaba, eras tan pequeña que me dieron mínimas esperanzas acerca de tu vida, pero tú madre me enseñó a ser positivo, a poner buena cara cuando hubiera mal tiempo.
Todas las noches te veía desde el vidrio y te contaba historias sobre lo que haríamos, sobre cómo era tú madre, quería pensar que teníamos una conexión y a pesar de la poca distancia y un vidrio, tú podías oírme… ‘‘Mañana todo saldrá bien’’, era lo que ella siempre decía, hija… Y me sonreía.
No pude salvarte, al final falleciste… ¿Ahora cómo podía ser positivo? Las perdí… No puedo con esto… -Sube a su auto.- Ahora, miraremos juntos el mismo horizonte… Lo prometo…
No espectador, no arranque el auto aunque lo quisiese, no podía mostrarles la cara de esa manera, tan cobardemente. Sólo quiero que me arregles, cóseme, renuévame… Es lo que le pido todas las noches, sólo ayúdame. Creo que el mejor consuelo que tengo al final, es que ellas se conocieron por fin…
Imagen de: https://www.tumblr.com/tagged/ser-abandonado
Brutal hermano, leer esta historia con la canción de fondo, pone los pelos de punta, te felicitamos.
Que bueno que te gustase <3
hermosa historia, mucha suerte .
Muchas gracias <3
wow la verdad que mientras leía tu historia mi mente iba haciendo el papel de imaginar todo lo sucedido. excelente!!!! mucha suerte en el concurso .