Mucha parte de nuestro tiempo se ve afectada por la tentadora, hipnotizante y envolvente: Televisión y Redes Sociales.
¡ Pero es sólo un momento Señor, un momento y puff…toda la tarde, noche ó mañana perdida!
Es increíble como a veces el dejar nuestros ojos posados en ella sólo un instante nos toma hasta dos (2) ó más horas, viendo cosas que no son fructíferas, ni edifican nuestras vidas, ni contribuyen a nuestro crecimiento espiritual.
Nuestro consejo es que oremos y seamos valientes, si es necesario tomemos el control y apaguémosla en el caso de la TV y en el de las redes sociales salgamos de la PC, tabla o del teléfono móvil.
¿Por qué? porque perdemos tanto tiempo para disfrutar una intimidad con Dios, por estar atentos a las trivialidades de la televisión y redes sociales con cosas que no edifican, sino por el contrario son brechas que abrimos a Satanás para que perturbe nuestras vidas.
¿Qué dice la palabra de Dios?
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” Romanos 12:2
“Todo me es lícito, pero no todo me conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica” 1 Corintios 10:23
…¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”. Santiago 4:4
Amado hermano, una relación íntima con Dios requiere constante oración, lectura de su palabra que es nuestro pan y constante aplicación de las enseñanzas de la Biblia en nuestras vidas.
La relación constante con Dios te va a llevar que querer ayunar, a servir con más fervor en la iglesia, a ayudar al que necesita de nosotros con dinero, bienes y buen consejo, a diezmar y a ofrendar con ahínco, con gozo, porque cada vez el Espíritu Santo te va a llenar más de su Poder y te va a Guiar para la ejecución del propósito de Dios en tu Vida.
Si quieres ser un Cristiano de obras, no sólo de palabras y de escuchar canciones, debes estar atento a la voz de Dios y pedirle al Espíritu Santo que siempre te redarguya lo que no le agrada y disponer tu corazón para recibir sus enseñanzas.