Hermanos cuando nos reunamos hagámoslo con amor y fraternidad, saludando a todos los hermanos sin acepción, sirviendo en todo momento.
¿Se cayó un vaso de agua porque un niño se tropezó? Toma la iniciativa ubica un coleto y seca el pozo.
¿Llegó una visita a la congregación? Saluda con ánimo, muestra tu mejor sonrisa, se amable, sede tu puesto si hace falta, se hospitalario con la visita y procura que se lleven una buena impresión, porque ellos, sobre todo sino son cristianos, van a ver a Cristo en nosotros.
Tenemos un invitado a predicar!!! Está atento a colocar agua ó café, solventar algún problema con el audio, atiendelo lo mejor posible, porque hay que hacer estas cosas no mirando al hombre sino a Dios.
¿Mi hermano no tiene como irse? Tienes carro? Ofrece la cola Dios está mirando todas estas buenas obras y va a bendecirte, aprovecha, mira estas oportunidades que se presentan y arrebatalas para ti, porque son bendiciones para tu vida.
La palabra de Dios nos dice:
"Quítese de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” Efesios 4:31-32
“ Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, porque quizá Dios le conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a la voluntad de él” 2 Timoteo 2:24-26
Amados apliquemos estos consejos que Dios nos da en su manual de vida, La Biblia y peleemos la buena batalla de la Fe para poder gozosos al final de nuestras vidas aseverar como Pablo, que hemos peleado y ganado la buena batalla de la Fé y nuestro propósito fue hecho, que lo que nos espera es una Eternidad de Gozo con nuestro Dios.