Cómo invertir en Criptomonedas: Evaluación y selección

in #criptomonedas6 years ago (edited)

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Desde el lanzamiento de Bitcoin en el año 2009, las criptomonedas han ido evolucionando junto a las Tecnologías Blockchain (Cadena de bloques) en las que basan su funcionamiento, abriendo posibilidades en el intercambio de bienes y servicios nunca vistas hasta ahora.

Empezaron siendo divisas digitales, pero con el tiempo se han diseñado cadenas de bloques y criptomonedas que permiten transmitir información sensible y hacer modalidades de contratos inteligentes (Smart Contract), así como lanzar ruedas de financiación ICO (Initial Coin Offering) basadas en la venta de fichas digitales (tokens) destinadas a conseguir recursos para proyectos de una forma novedosa.

Por lo tanto, las criptomonedas son, en la actualidad, algo más que simples divisas digitales que cumplen la función del Dinero tal como aún lo conocemos. Se trata de un desarrollo tecnológico que va más allá en su función, y tiene un potencial en proceso de desarrollo que ofrece posibilidades de inversión novedosas.

Sin embargo, las criptomonedas son valores digitales que requieren un largo período de aprendizaje para familiarizarse con ellas, y aprender cuales son los aspectos a tener en cuenta para decidir si es buena idea invertir tiempo y recursos como dinero, equipos electrónicos, Internet y electricidad; en una criptomoneda determinada.

Desde el nacimiento de Bitcoin, la primera criptomoneda conocida en el Mundo, han aparecido una cantidad abrumadora de criptodivisas, alrededor de 4500 diferentes, de las cuales sólo unas pocas han tenido éxito en el mercado, quedando el resto como simples fichas anecdóticas que, normalmente, no superan los 120 días de utilización para después caer en el olvido.

En general, el mundo de las criptomonedas es un entorno complejo y en constante evolución que combina conocimientos de Informática y Economía para facilitar intercambios de dinero, bienes y servicios de una forma más directa y segura, sin necesidad de intermediarios en muchos casos, gracias al uso de medios digitales que hacen posible el desarrollo de productos de inversión complejos en los que las tecnologías son imprescindibles para que funcionen.

Así podemos ver en la actualidad productos tradicionales de Bolsa como ETF, CFD, acciones y bonos que son comercializados de manera digital en los que las criptomonedas pueden ser el activo subyacente que da valor al producto financiero en cuestión.

Cada vez es más común ver productos cuyo activo subyacente son criptomonedas como Bitcoin, Litecoin, Dash o combinaciones formando una cesta. Y también es más frecuente ver compañías financieras como Plus500 entre otras lanzar estos productos al mercado de capitales.

En muchos sentidos, el mercado de las criptomonedas es parecido al FOREX, tiene aspectos del Análisis técnico de valores tradicionales y el Trading, pero se diferencia de todos ellos en el hecho de que las criptomonedas son activos mucho más volátiles, con variaciones de precios mucho mayores que las de los activos tradicionales de Bolsa, a veces variaciones de verdadero vértigo con burbujas especulativas que parecen estallar pero no lo hacen, y que estallan cuando parece que no iban a hacerlo.

El motivo de estas diferencias entre los mercados de criptomonedas y el de los valores tradicionales tiene que ver con que la Psicología de inversión es diferente, el usuario e inversor en criptomonedas usa una lógica distinta a la de los inversores tradicionales a la hora de evaluar una criptodivisa como inversión.

Dicha lógica está basada en el entorno de funcionamiento de las criptodivisas donde existen elementos que en conjunto forman parte de una Comunidad en la que se desarrolla un ecosistema virtual de Carteras digitales con direcciones de envío y recibo de fondos, los Criptoexchanges como extrapolación de las casas de cambio de moneda tradicionales, que es un negocio en el que muchas entidades financieras del Mundo están participando, la existencia de los mineros de criptomonedas que forman cooperativas y empresas conocidas como Pools de Minería que producen estos valores digitales a cambio de recompensas por su participación en el Blockchain, una especie de libro contable que suele estar repartido entre muchos terminales conectados a Internet para crear un registro descentralizado que haga muy difícil su manipulación, y por supuesto, es un mundo en el que los hackers, estafadores y ciberdelincuentes en general están presentes y hay que aprender a resguardar las cuentas y carteras digitales de los esquemas de estafa y sustracción de fondos que desarrollan.

Se trata de un entorno digital de inversión muy diferente a lo conocido en el mundo físico, que requiere ser un usuario experimentado en criptomonedas, tener unos conocimientos básicos de finanzas generales, saber los costes de la minería (producción) de criptomonedas en los que elementos como los equipos electrónicos y la electricidad juegan un papel clave, y actualizarse constantemente para estar al tanto del desarrollo del sector.

Hay que añadir que en este entorno el propio usuario de las criptomonedas es el máximo responsable de la seguridad de su cartera digital, por lo que es importante tener unos conocimientos sobre Seguridad cibernética y Protección de datos para evitar sorpresas desagradables con hackers y ciberdelincuentes; y tener claro que las criptomonedas son todavía valores que no suelen estar regulados con normativa específica y suele haber una desprotección legal en muchos aspectos todavía.

Aunque en el aspecto de la regulación hay cosas que ya empiezan a cambiar, particularmente con la realización de ruedas de financiación ICO y registro de empresas de criptomonedas, es posible que aún se tarde un tiempo en regular este sector de manera internacional a pesar de que ya los propios gobiernos empiezan a emitir sus propias criptomonedas y, sin duda, estos mismos gobiernos empezarán a emitir leyes sobre la materia.

A todo esto, hay que sumar el hecho de que los gobiernos empiezan a lanzar sus propias criptomonedas al mercado añadiendo consideraciones políticas a la hora de evaluar las divisas digitales.

Como ejemplo, tenemos el lanzamiento del Petro por parte de Venezuela, la primera criptomoneda emitida por las autoridades de un país, en un momento en el que su gobierno es muy cuestionado en materia de Derechos Humanos, y ha sido sancionado por la Comunidad Internacional.

En este caso, la imagen de la criptodivisa venezolana se ha visto comprometida por la poca credibilidad del propio Régimen político venezolano y de su líder, el Presidente Nicolas Maduro; unido a las lagunas que existen desde el punto de vista técnico en torno al desarrollo del Proyecto Petro como criptomoneda, en el que el Gobierno venezolano no especifica de forma suficientemente transparente su funcionamiento, afectando la credibilidad de la criptodivisa misma y su aceptación por parte de la Comunidad Bitcoiner.

Sin embargo, Venezuela no es el único país con proyectos de desarrollo de criptomonedas; naciones como Suecia, Rusia, China y Suiza también tienen proyectos similares.

En el caso del Petro venezolano, se trata de una moneda digital cuyo lanzamiento está siendo analizado muy de cerca por algunos países que parecen haber colaborado con el Gobierno de Venezuela en su desarrollo, particularmente Rusia, y que aún está por demostrar el impacto que tendrá su uso en una economía nacional, en este caso la venezolana.

Tomando en cuenta este entorno tan complejo, hay que tener unos criterios para evaluar y seleccionar criptomonedas como objeto de inversión.

Siguiendo este orden, cuando se va a evaluar una criptomoneda hay que estudiar el Libro blanco de la misma, el objetivo de su emisión, la tecnología de registro de datos y soporte de funcionamiento, su proceso de producción y la comunidad que se ha desarrollado alrededor de la misma.

Para que una criptomoneda funcione y pase el umbral de uso de 120 días, básicamente, hace falta que la misma cuente con una tecnología blockchain en las que no se pueda manipular los registros contables ni la emisión de criptomoneda, en ese sentido cuanto más descentralizada sea la cadena de bloques mejor, tenga un objetivo lógico y atractivo al público para facilitar su aceptación, disponer de Cryptoexchanges (casas de cambio) dispuestas a comercializar y distribuir la moneda, y una comunidad de negocios u organizaciones que la acepten como medio de pagos o intercambio de bienes y servicios.

Ahora veremos en detalle y por orden de importancia los pasos que hay que dar para evaluar la conveniencia de meterse con una criptomoneda y tener una cartera de la misma. Así tenemos:

Estudiar el Libro Blanco del proyecto.

En general, todo proyecto de criptomoneda serio tiene un libro blanco, documento en el que se redacta de la manera más clara y transparente posible el funcionamiento de la criptodivisa. El objetivo del documento es generar confianza en la Comunidad de Bitcoiners, Mineros y Criptoexchanges, que normalmente intercambian opiniones en diversos foros y redes sociales sobre las criptomonedas y su aceptación por el público.

Este es un documento que debe ser estudiado minuciosamente porque dará detalles que ayudarán a determinar la seriedad del proyecto, la experiencia de los desarrolladores y las posibilidades de éxito de la criptomoneda para superar el Umbral de 120 días.

En este documento los aspectos que deben aparecer detallados son:

  • Nombre de la criptomoneda y su nomenclatura
  • Objetivo o finalidad subyacente en su creación que puede ser
    conseguir financiación para un proyecto, apoyar una causa noble, convertirse en un refugio de valor, favorecer el comercio digital, mantener el anonimato del usuario o cualquier otra finalidad posible. Se trata de un factor que puede mover la parte emocional del Bitcoiner, sobre todo si la criptomoneda está asociada a una causa altruista por ejemplo
  • Plataforma en la que se basará su cadena de bloques (blockchain) detallando además si dicha cadena va a ser centralizada o descentralizada
  • Número de unidades de criptomoneda que serán emitidas, o determinar si hay límite de unidades
  • Descripción del proceso tecnológico utilizado para la emisión de criptomoneda y cómo los mineros pueden participar en él

Aunque no todas las criptomonedas exitosas tienen este documento, se trata de algo que es cada vez más frecuente para buscar su aceptación por parte de las Criptoexchanges dentro de su oferta para facilitar su distribución.

Analizar en detalle su aceptación por la Comunidad de Bitcoiners.

Para esto debe consultarse los foros, blogs y redes sociales y ver la opinión general sobre la criptomoneda, así como los análisis que hacen sobre ella.

Saber en qué plataforma Blockchain fue desarrollada.

En la actualidad, se han desarrollado diversas plataformas de Blockchain en código abierto que permiten crear criptomonedas con diversas funciones.

Saber este detalle permite estudiar las capacidades técnicas de la criptomoneda y sus potenciales usos, ya que puede ser desarrollada como una simple divisa digital o como un instrumento de negocios más complejo.

Esto ayudará a determinar si la criptomoneda está dirigida a inversores individuales o empresas, sobre todo en los casos de criptomonedas que permiten hacer Smart Contracts o ICOs.

Ver si la criptomoneda superó el Umbral de 120 días.

Desde el año 2009 se han lanzado miles de criptomonedas, pero pocas han continuado en el mercado, en la mayoría de los casos acaban siendo fichas (tokens) que no son aceptados por la Comunidad Bitcoiner.

En general, el motivo suele ser que faltan elementos que le den fiabilidad como son una Blockchain descentralizada, una red comercial que la acepte como pago, tokens asociados a fraudes y esquemas piramidales, falta de criptoexchanges que la acepten en su cesta de criptomonedas o falta de incentivos para producirla por parte de la Comunidad de Mineros de criptomonedas.

Si una criptomoneda logra superar este umbral, es porque tiene algún grado de aceptación y vale la pena estudiarla más a fondo. En caso contrario, es mejor tratarla como un token anecdótico con el que no vale la pena perder el tiempo.

Analizar el método de emisión y dificultad de producción de la criptomoneda.

Al principio las criptomonedas sólo podían ser minadas mediante procesos que requieren un poder computacional cada vez mayor para solucionar los algoritmos matemáticos que determinan su emisión, como es el caso del Bitcoin o Litecoin entre otras.

Esto ha hecho que la minería de esas criptomonedas ya no este al alcance de particulares por el coste que tiene el proceso de minado en electricidad y equipos, lo cual dio lugar a la aparición de los Pools de Minería.

Con el paso de los años, los métodos de emisión de criptomoneda han evolucionado de manera que existen en la actualidad otros procesos diferentes para “minar moneda”, entre los más novedosos se encuentra el “Harvesting” o cosechado, método al alcance de particulares que así se convierten en “agricultores que cosechan la moneda en sus carteras digitales”.

Sin embargo, los métodos de emisión siguen evolucionando y son cada día más creativos y novedosos.

Analizar esto ayuda a determinar la conveniencia de invertir tiempo y recursos en una criptomoneda, en ocasiones el coste puede ser tal que no sale rentable invertir recursos en una criptomoneda, aunque sí tenerla en cartera mediante operaciones de cambio realizadas en un Criptoexchange.

En ocasiones hay Pools de Minería que permiten pagar el proceso con criptomonedas, en este caso es útil buscar criptomonedas fáciles de producir que sirvan para financiar la compra o producción de criptodivisas más difíciles de obtener mediante el minado.

Verificar si la criptomoneda es aceptada por los principales Criptoexchanges.

En ocasiones hay criptomonedas que es útil minarlas o cosecharlas para después adquirir en estas casas de cambio criptodivisas que no son rentables de producir para un particular, pero que se pueden utilizar como refugio de valor, como es el caso del Bitcoin.

En la actualidad, la Minería del Bitcoin es tan costosa que ya no está al alcance de un particular.

En este caso, es mejor buscar una criptodivisa alternativa más fácil de producir y que tenga presencia en la cesta de monedas de los Criptoexchanges para cambiarla por Bitcoins.

Por último, es conveniente verificar si existen empresas u organizaciones que acepten la criptomoneda y las facilidades para usarla como instrumento de pago mediante algún tipo de tarjeta de crédito o sus facilidades de conversión en moneda fiduciara.

Recordemos que las criptodivisas aún tienen un uso minoritario y en ocasiones puede ser necesario disponer de dinero líquido, por eso es importante contar con alguna criptomoneda que pueda cambiarse en dinero fiduciario.

En general, estos son los criterios para evaluar criptomonedas como objeto de inversión pero no es descartable que aparezcan otros en el futuro tomando en cuenta que el mundo de las criptodivisas es muy cambiante y está en constante desarrollo.