¿Cuántas veces o en cuántas ocasiones no le has presentado tu oportunidad de negocio a una persona por prejuzgarla, y luego has visto que ha entrado con otra en tu mismo proyecto?
¿Cuántas veces has tocado a la puerta y no te han abierto? ¿Piensas que han sido las suficientes para tener éxito?
Atrevete a dar el paso, no te quedes viendo los toros desde la barrera, este queremos que sea nuestro MENSAJE en el día de hoy. Pues quedarse viendo los toros desde la barrera no es la mejor forma de triunfar en lo que estás haciendo.
En los negocios, tanto en ventas directas como en cualquier otro sector, son las relaciones personales lo que van hacer que una organización o una compañía sea sólida y perdurable en el tiempo. Muchas personas no dan el paso a conocer físicamente al socio que tienen en su misma ciudad, bien por vergüenza o bien porque asumen por hecho que no se van a llevar bien con la persona en el aspecto personal. Es decir, la mayoría piensa que por no ser de su quinta, por no tener la misma forma de vestir, los mismos gustos… no van a congeniar con esa persona. Aquí te demuestro que dos personas muy diferentes han conseguido crear sinergia por una simple razón: “Comparten la misma pasión…su trabajo“.
Hace casi un año ya, tenía en mi computadora uno de los sueños de mi vida: un libro escrito por mí. Le había estado dando vueltas a un tema desde hacía bastante tiempo hasta que decidí darle forma…y lo hice. Pero un libro no es realmente un libro hasta que otros pueden leerlo, ¿no es cierto? También decidí en ese momento que tomaría la opción de autopublicar.
Mi proyecto seguía en una carpeta, hasta que caí en la cuenta de que necesitaba un prólogo. Algo bonito, de alguien a quien le gustara el enfoque de mi libro. Pasé unos días pensando a quién conocía que pudiera hacerlo. Nada. Como era lectora de Inspirulina me llegó una idea a la cabeza: ¿y si Eli Bravo escribiera el prólogo de mi libro? —¡Bah!— me contesté —seguro una persona tan ocupada y conocida no va a perder tiempo en el “libro”de una desconocida como yo.
Y fue en ese momento donde vino a mi mente la frase “Tocar la puerta no es entrar”. Ahí me di cuenta de que esta es otra de las creencias que se instalan en nuestros archivos mentales desde niño y se convierten en trabas a lo largo de nuestra vida. Porque ¿para qué tocar la puerta si de antemano pensamos que no podremos entrar? Es un contrasentido total.
Si toco la puerta debo hacerlo con la convicción, no solo de que se abrirá, sino de que quien la abra nos invitará a pasar y una vez adentro encontraremos la solución que estamos buscando, las posibilidades que estábamos esperando o aquella información que necesitábamos.Hay que tocar la puerta o las puertas porque hay que ser optimista de que alguna de ellas se va abrir.
y siempre la que se nos abre nos da la oportunidad de encontrar todo crudo o verde para que nosotros empecemos desde cero para así emprender el camino y alcanzar el exito que queremos.
Hay que saber elegir lo que queremos y no dejarnos arrastrar por esa egemonía llamada fracaso, tener un buen presentimiento donde está ese camino de la verdad, que nos lleve a la luz de ese tunel.
Si te ha pasado quedarte inmóvil frente a una puerta porque no sabes cómo reaccionar, quién tiene el paso o qué debes de hacer antes de entrar a una habitación ocupada, Si por el contrario no te atreves a tocar la puerta por miedo, por ansiedad. Te dejarías llevar por las experiencias de terceros y no te arriesgarías a pasar la pena de intentarlo. En ocasiones dejamos pasar oportunidades por terror a lo desconocido a los posibles desplantes.
Es mil veces mejor no dejarse llevar por los refranes sarcásticos de terceros y hacer lo que nos dicte nuestra mente y corazón, porque si por el contrario no lo haces y no te arriesgas abrir las oportunidades que la vida te otorga, te estarías perdiendo de los malos momentos que generan crecimiento y de los buenos que generan satisfacción, es mejor arriesgarse y no quedarse con la duda.
En reiteradas oportunidades la vida te enseña sus puertas, sin saber qué hay del otro lado. Te deja ahí pasmado esperando a que reacciones y tomes la decisión, ésta solo te corresponde a ti, o tocas y pasas o das la vuelta y te vas. Si no la tocas te estarías perdiendo de mucho y de poco también, la cuestión consiste en intentarlo solo así veras que hay del otro lado. No te estanques, esperando a que te sorprendan, vive para que te sorprendas.
De esta manera, hay éxitos obtenidos formalmente, asociados a nuestro desempeño, bien sea en el ámbito profesional, en el académico o en el escolar, como graduarnos, obtener las más elevadas calificaciones o lograr el ascenso o el aumento por el que trabajamos tan duro. Asimismo, hay éxitos personales, como lograr establecer nuestra propia empresa antes de los cuarenta años, comprar casa propia o formar una familia.
En mi caso ya había recorrido muchas paginas virtuales pero ninguna me habían dado la gran esperanza de participar particularmente en este núcleo cíclico como lo es la pagina STEEMIT, que gracias puedo estar en el contorno de su ámbito, para mi es como un éxito mas, de verdad complacido.
Siempre habra dificultades, depende de nosotros superarlos y seguir adelante.Maria
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