Amanda fue el lunes temprano al Banco de Sentimientos a consultar su cuenta. Sabía que con la crisis nerviosa del viernes, sus ahorros de ira y tristeza habrían diezmado considerablemente, por lo que esperaba ver números bajos.
Pero la sorprendió ver un saldo negativo bajo la categoría de esperanza. Hizo memoria para encontrar algo que explicara tal anomalía, pero sin éxito.
Repentinamente, una distorsión en su campo de visión la hizo pestañear; una luz fuerte la obligó a cerrar los ojos. Al abrirlos de nuevo, se encontró en la cama del hospital, con las muñecas vendadas.
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corto pero certero ya chequeo la info a ver si me animo a inventar algún cuento por ahora ya te sigo saludos...