Jehová es mi pastor
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Un saludo a todas las personas de esta grandiosa comunidad, después de 3 meses sin escribir ¡he vuelto! en mi ausencia en este espacio, en mi vida han cambiado varias personas, defendí mi tesis, he participado en varias actividades juveniles y he trabajado con niños, he hablado de la palabra de Dios a jóvenes, realmente estoy agradecida con Dios por sembrarme en un lugar tan maravilloso y ese lugar y lo llamo mi iglesia y sobre todo en este tiempo que Venezuela está atravesando.
Ahora si terminemos con alegría lo que comenzamos hace meses, este versículo es uno de mis favoritos:
Alguna situación donde te haya probado tu fe, paciencia, fortaleza, ¿te haya probado como persona? Yo entendí la belleza de este fragmento del salmo cuando un familiar muy cercano estaba pasando por una enfermedad, casi todos los días pensaba “hoy se va a morir”, al final mi familiar murió, pero ni te cuento esto para desanimarte o quitar tu fe, si no para recordarte que Dios estará contigo a donde quiera que vayas.
Como con el pueblo de Israel que los mando a pasar por desierto al principio eran 40 días pero al final por su desobediencia termino siendo 40 años, a pesar de su desobediencia en ningún momento Dios se apartó de ellos, de día tenían la nube que los tapa del sol, de noches las columnas de fuego, cuando no tuvieron que comer le envió el maná.
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” Josue 1:9
En el desierto, en la tempestad, en la calle más oscura, en el barrio más peligroso, en la dificultad, en los escases, en la pobreza, en la enfermedad, en cada ocasión Dios te ha sostenido.
Hay algo interesante con la vara y el cayado, los pastores de ovejas la utilizan para corregir y direccionar a sus ovejas pero también lo utilizan para defender a sus ovejas cuando un depredador quiere emboscarlas.
“No rechaces, hijo mío, la corrección del Señor, ni te disgustes por sus reprensiones; porque el Señor corrige a quien él ama, como un padre corrige a su hijo favorito.” Proverbios 3:11-12