Estos días han sido muy fuertes, lleno de mucha incertidumbre y mucha impotencia pero seguimos confiando en Dios que el tiene la última palabra.
En estos días nos hemos estado refugiando en Dios y en Su palabra, de día y de noche para liberar toda la presión.
Mientras tanto nuestra pequeña quiere seguir como si el mundo sigue igual, tratamos que esto no le afecte así que le hacemos su clase y sus días de juego.
Seguimos resistiendo y protestando, aunque no podemos salir a la calle porque literalmente nos matan o nos meten presos y por cuidar a nuestra pequeña no salimos pero acá estamos esperando en la voluntad de Dios.