¿Y dónde esta Chencha?

in #cervantes3 years ago (edited)

¿Y dónde esta Chencha?

Nos preguntábamos algo confundidos, habían pasado solo 24 horas, un misterio y muchas preguntas envolvían su extraña y abrupta desaparición.

Al principio pensamos que solo mi familia la extrañaba !pues no! la vecina una mañana dijo: hace rato que no vea a Chencha, es muy extraño pues ella no se aleja de acá.

La desaparición y conjeturas parecían cobrar fuerza ya no entre nosotros, pues los más cercanos a ella y también los transeúntes que acostumbraban a verla todos los días muy temprano saludándolos con su particular forma de ser, parecían extrañarla y buscarla inconscientemente.

Chencha ya era algo mayor para su raza, mi familia la conocía desde hacía aproximadamente 10 años.

Sus dueños siempre fueron descuidados con ella a pesar de haber nacido en su hogar, se le permitió salir a la calle y de hecho se acostumbró a vivir en ella, pero siempre en su zona de seguridad, ella no caminaba muy lejos, pernoctaba frente a no más de 5 casas

El pasar de los años la había convertido en una consumada y atenta vigilante de nuestras propiedades de hecho, la llamábamos nuestra alerta o alarma temprana ante algún invasor o dueño de lo ajeno.

La repentina desaparición de Chencha abría un compás de conjeturas: 1-¿murió de muerte natural por la edad? 2-¿fue atropellada por un auto y murió? 3-¿murió envenenada? 4-¿fue secuestrada? el secuestro parecía cobrar fuerza ante la búsqueda en la zona de su cadáver, incluso nuestra preocupación nos había hecho ir mucho más allá de su área, ella era conocida por todo el que transitaba por nuestra calle, nadie la había visto, mucho menos muerta decían.

Habría sido secuestrada definitivamente intuí, cierta esperanza de que aún estaba viva, pero en cautiverio, nuestra hipótesis parecía cobra aún más fuerza cuando analizando el contexto de su vida muchos de los que transitaban por su territorio les era muy difícil pasarla desapercibida, su temeridad ante animales más grandes, vehículos, ciclista y como no, transeúntes, le habían ganado sin mucho esfuerzo: odios, respeto y cariño.

No fueron pocas las personas que se acercaron a reclamar sus mordidas y sustos traicioneros, otros cariñosamente al ver su pequeño tamaño y gran valentía preguntaba si podían cruzarla con otro can de sus mismas características o por lo menos que le regaláramos algún hijo, nos reíamos y les comentábamos que ya estaba muy vieja e incluso ya no entraba en celo, la mayoría no lo sabía.

Recordamos que hacía varios años cuando sus dueños emigraron del país y cerraron su verdadero hogar, en dos oportunidades se la habían llevado a otro urbanismo algo alejado del nuestro y ella había regresado a los días, una vez regreso con la cadena o especie de soga que la mantuvo “presa” aun en su cuello.

Ya había pasado una semana y en cierta forma nos habíamos resignado a no volverla a ver, una mañana como de costumbre me levante muy temprano, suelo abrir la puerta de la cocina para que nuestra mascota Willy, muy amigo por cierto de Chencha, saliera al patio o calle como lo había aprendido de ella, escribía un artículo en ese momento, había dejado la puerta entre abierta para Willy, me levante y salí a buscar una taza de café para continuar con mi faena ¡oh! bendita sorpresa.

¡Volvió Chencha! gritaba como loco, mi esposa e hijo se levantaron casi corriendo contentos, allí estaba ella sentada en la cocina como siempre, esperando alguna caricia de buenos días y algún bocado de desayuno como era menester, mi hijo aun medio dormido la levanto, abrazo y acaricio con mucho cariño y observo, papá su pelaje huela a champú: secuestrada hijo. Le conteste, la tuvieron secuestrada, pero por su apariencia, no lo habían hecho tal vez para hacerle daño, lo habían hecho por cariño por tenerla cerca de ellos ¿emparentarla? tal vez.

La muy traviesa y temeraria Chencha había vuelto a escapar de sus captores y aquí está con nosotros vigilante como siempre, nuestra alarma de avisar si llego alguien y sin aún tocar la puerta, que alguien vaya o venga y lo escudriñara cuál sexto sentido para saber quién es malo o no.

como siempre se lo he dicho a mi familia y vecinos: Chencha estarás con nosotros hasta que Dios quiera. Te amamos y mucho.

@youngirl