Ya se oye el tambor llamando para la comida
mientras los obreros aceleran el paso,
el sol llena el espacio donde las nubes no tapan el suelo
trayendo a los canzados brazos el consuelo,
y a las sedientas palabras un oído atento
pues este clamor viene desde dentro
aguardando, rindiéndole tributo al silencio
que los reclamos ha llamado incierto,
para después de no llegar a nada
continuar la jornada
agradeciendo a Dios el sustento.
Poetry
@oniros