Así se vería mi niña de no haberse ido esa mañana, recuerdo que siempre le gustó leer, aprender cosas nuevas y la vida simple del campo, correr de tras de las mariposas y rescatar insectos de las telarañas. Una vez que se enteró que estas poco a poco sacaban los líquidos de sus víctimas, se empeño en rescatarlas, se ponía a leer en la situaciones menos posibles, como mientras pescábamos su tío y yo, cuando los demás jugábamos o cuando preparábamos la comida todos juntos, ella estaba aparte, como si visitara nuevos mundos en su imaginación mientras leía.
Pero todo eso cambió el día que se fue a casa de sus tíos en Orizaba, hace mucho que no he podido verla, me ha pedido muchas veces que la visite en redes sociales, pero yo le dije desde que se fue que solo la quería ver en persona, la próxima semana viene a visitarnos, esperaré pacientemente.
Historia