Citando esquemáticamente a la flor de la vida quisiera resaltar la importancia de lo que cada uno de nosotros encierra en su círculo y lo excesivamente privado que este puede llegar a ser sin importar lo grandes y bien ejecutadas que estén nuestras ganas de compartir algo proveniente del mundo de las ideas. Tal como lo explica Darío Sztajnszrajber en esta clase magistral la brecha entre “lo real” y lo que nuestro cerebro está capacitado para percibir es enorme, a pesar de toda la información que logramos captar nuestra percepcion está llena de puntos ciegos. Luego se nos atraviesa el mismo dilema entre aquello que percibimos y el lenguaje, puesto que el lenguaje es a nuestra percepción lo que nuestra percepción es al entorno y cuando lo reductivo del lenguaje amenaza la esencia de una idea el arte llega para cubrir aquellas cosas complejas para las que todavía no existen palabras.

La sinestesia se ubica muy bien dentro de todo lo mencionado, para aquellos que desconocen el término se trata de un fenómeno perceptivo que afecta más o menos al 1% de la población mundial, una excepción biológica que desde siempre ha enriquecido el campo de las artes y ha venido enriqueciendo el campo de la neurociencia en las últimas décadas; algo que podría generar aportes bastante significativos en nuestra especie de la mano con los avances tecnológicos. Quizá estemos hablando del indicio más claro sobre un nuevo periodo en nuestra evolución biológica.

Algo de teoría…

Etimológicamente la palabra sinestesia proviene del griego “syn” (junto) y “aisthesía” (sensación) lo que nos deja una idea más o menos clara de su significado que para efectos de esta publicación será tomada como:

“Imagen o sensación subjetiva, propia de un sentido, determinada por otra sensación que afecta a un sentido diferente” Real Academia Española [RAE] (2001).Diccionario de la lengua española.

Por lo tanto, las personas que tienen esta condición perceptiva experimentan múltiples respuestas sensoriales ante un estímulo físico, en otras palabras tienen los cables cruzados; si escuchan un sonido pueden ver un color simultáneamente, o perciben un sabor al tocar una superficie con las manos; de la misma manera pueden presentar una respuesta sensorial ante la percepción de símbolos lingüísticos, lógicos y cognitivos como palabras, números, días de la semana, inclusive rostros y de esta manera afirmar que el martes es amargo, que el lunes es naranja, que el número cero es tímido, entre muchas otras incoherencias con respecto a la percepción común.

Los primeros registros de estudios científicos formales sobre la sinestesia se remontan a finales del siglo XIX de la mano de Francis Galton, sin embargo no fue sino hasta la segunda mitad del siglo XX que se pudo comprobar la veracidad de la sinestesia como una realidad, antes de eso y a causa de la gran influencia del positivismo sobre los trabajos investigativos, no eran tomados en cuenta aquellos estudios sobre un fenómeno de carácter subjetivo y terminaba considerándose como algo de poca importancia; A los sinestetas se les enviaba en muchas ocasiones a hospitales psiquiátricos y se les diagnosticaba con esquizofrenia, o se les catalogaba con problemas de drogadicción (LSD), todo esto por la falta de información Pobre gente.

¿Solo el 1% es sinesteta? ¿A qué se debe?

El proceso de apoptosis neuronal analógicamente es una poda o supresión de las conexiones sinápticas que nuestro organismo en su elección natural considera innecesarias o poco provechosas y las elimina para hacer más eficaz la comunicación entre aquellas conexiones que considera de mayor importancia, este proceso no se lleva a cabo con tanta rigurosidad en los sinestetas y esto explica su cruce de cables neuronales; Así mientras la población normalmente tiene en su cabeza una casa con 5 habitaciones, los sinestetas tienen una bodega con subdivisiones tipo oficina, paredes incompletas y puertas de papel. Entonces todos continuamos siendo sinestetas quizá no al nivel de ver colores en las letras, o saborear un sonido, o ubicar espacialmente una secuencia de números, pero sí conservamos ciertas pinceladas sinestésicas en nuestras experiencias cotidianas. Existen muchos experimentos científicos que lo comprueban, un claro ejemplo es el efecto bouba/kiki donde se demuestra que el ser humano no asigna los nombres a los objetos solo porque sí.

Inclusive el mismo mundo físico muestra cierta correspondencia entre sí al momento de generar las señales que nosotros procesamos y calificamos de color y sonido, tal vez suene reduccionista pero en ese sentido todo se resume a fenómenos vibratorios.

¿Y el arte?

Como es de esperarse, la gran mayoría de estas personas tienen inclinación por el arte y actividades afines, desde donde queramos verlo, su condición les hace más susceptibles al arte y al mundo creativo aunque el hecho de ser sinesteta no determina que sus habilidades artísticas en la producción de obras sean superiores. Sin embargo tienen más fuentes de inspiración y quizá su necesidad de transmitir sus experiencias sea más grande. Aunque no todos los sinestetas “utilizan” su condición para plasmarla en sus obras artísticas, en el ámbito de la pintura y la música existieron muchos artistas (algunos sinestetas), que exploraron bastante esta “fusión” de sentidos e intentaron reproducirla en sus creaciones dentro de los que destaca Aleksandr Skriabin (músico) que buscó crear una relación directa entre la escala cromática y el círculo cromático, posteriormente capto el interés de algunos integrantes del grupo Der Blaue Reiter como Wassily Kandinsky (Pintor) y Arnold Schoenberg (músico y pintor) quienes fueron parte del movimiento expresionista.

Amarillo, rojo y azul(1925) Wassily Kandinsky. Centre Georges Pompidou,Paris, Francia. Fuente

"En general, el color es un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El color es la tecla, el ojo el macuto, y el alma es el piano con sus cuerdas. El artista es la mano que, mediante una u otra tecla, hace vibrar adecuadamente el alma humana" Kandinsky (1911). De lo espiritual en el arte.

Supongo que todo lo anterior alcanza para entrar en contexto, aquí es donde se pone interesante.

Hace algunos meses mientras andaba de internauta tropecé con un video, donde se veía a un hombre con una antena implantada en su cabeza, era Neil Harbisson, el primer cyborg reconocido legalmente en el mundo desde el 2004.

Neil es un artista, músico, que nació con una condición visual que le imposibilita ver los colores conocida como acromatopsia, por lo tanto, el mundo luce en escala de grises para él. Con la ayuda de expertos se realizó el implante de una antena conectada a su cerebro que le permite percibir los colores, no verlos, pero si percibirlos partiendo de un principio sinestesico; La antena cuenta con una cámara que traduce las tonalidades del color a ondas sonoras y de esta manera Neil puede percibir el color escuchándolo. Aca les dejo un video donde el mismo Neil lo explica.

¿Qué determina que un cyborg sea considerado como tal?

Recurrimos nuevamente al diccionario de la Real Academia española que nos dice que para ser cyborg hay que “estar formado por materia viva y dispositivos electrónicos”, pero la cyborg foundation nos plantea un argumento bastante interesante; se habla de la existencia de un cyborg del tipo psicológico que nos involucra

a todos los que tenemos una interacción diaria y continua con la tecnología, más bien con los smartphones. Aunque puede ser un poco exagerado considerar tal afirmación si no estamos hablando más que de una herramienta, y que además no está ligada directamente con nuestro organismo, sin embargo, dependiendo del lente con el que se enfoque puede ser considerable.

¿Qué nos depara el futuro?