No sé tú, pero en el camino hacia la adultez yo me he perdido mil veces. Siempre se me ha hecho muy difícil saber qué es lo que quiero y hacia dónde voy. En el colegio le llamaban falta de aspiración vocacional, y creo que así era, porque terminé estudiando una carrera que no amé del todo. Siete años más tarde me sigo perdiendo, pero al menos ya sé lo que no quiero: una vida vacía y ordinaria. Cuando supe esto entendí que debo asegurar a toda costa mi felicidad al hacer cosas que llenen mi alma y me permitan crecer. Pero…
¿Cómo dar con esas cosas?
Dicen que cuando el discípulo está listo aparece el maestro, y en este caso mi sensei fue el Ikigai. Esta palabra japonesa traduce la razón de ser o la razón de levantarse cada mañana, y para muchos se trata del mismísimo secreto de la felicidad. Inmediatamente empecé a investigar y descubrí que, según la milenaria cultura de Japón, todos tenemos un Ikigai que al ser descubierto dará muchísima luz y sentido a nuestra vida.
¡Esto era lo que estaba buscando! Pero wait, no es tan fácil como parece…
Esta búsqueda requiere paciencia y puede ser muy larga, además, una vez encontrado, el Ikigai debe formar parte del día a día. Lo que quiero decir es que debes trabajar por ese propósito, convertirlo en el centro de tu vida y tenerlo presente cada vez que abras los ojos por la mañana, pues el secreto, aseguran los japoneses, está en las pequeñas acciones y alegrías cotidianas.
Antes de continuar debo confesarte que no soy mucho de compromisos, me dan mucho un poquito de miedo, pero al ver que había tanto en juego decidí ponerme los zapatos y emprender la búsqueda hacia mi Ikigai, y qué sorpresas me ha dado este viaje. Aún no lo encuentro, pero he descubierto cosas muy interesantes sobre mí que me permitieron trazar un par de metas importantes, y en el camino hacia ellas estoy experimentando bastante alegría, entusiasmo, esperanza y un poquito de nervios, algo así como mariposas en la barriga.
¿Ves? Ya no estoy tan perdida.
Hoy quiero celebrar este hallazgo contigo. Si también te sientes sin norte y no sabes lo que buscas, atrévete a sumergirte en ese vasto y maravilloso océano que eres y encuentra tu Ikigai, pero eso sí, te pido que disfrutes y ames cada parte del proceso. Y como dice Jason Silva en uno de sus Shots of awe:
Sólo cuando estamos perdidos podemos encontrarnos.
Abajito te indico el proceso. Y por fa, no olvides compartir tu experiencia conmigo.
- ¿Qué amas hacer? (Responde con actividades que disfrutes mucho. La lista puede ser tan larga como quieras)
- ¿En qué eres bueno/a? (También puedes responder con cosas que te gustaría aprender)
- ¿Por qué pueden pagarte? (Responde con oficios que conoces)
- ¿Qué necesita el mundo? (Pueden ser cosas que el mundo necesita de ti o en general, incluso ambas)
Ahora que has respondido estas cuatro pregunticas aparentemente sencillas, viene la parte más interesante. Vas a cruzar las respuestas para dar con tu pasión, misión, profesión y vocación.
Me encantaaa, esta es mi parte favorita de todo el proceso. Pero está bien, sigamos:
- Al combinar la primera y la segunda pregunta, vas a obtener tu pasión.
- Al combinar la segunda y la tercera pregunta, vas a obtener tu profesión.
- Al combinar la tercera y la cuarta pregunta, vas a obtener tu vocación.
- Al combinar la cuarta y la primera pregunta, vas a obtener tu misión.
Si has llegado hasta aquí, ¡buenísimooo! Pero aún no hemos terminado.
Ahora viene la parte más difícil, my friend: debes encontrar el punto en común entre estos cuatro aspectos. Cuando lo hagas, pues, felicidades: habrás encontrado tu Ikigai.
Muy bueno, se me hizo un nudo en el cerebro.
Jaja suele pasar. Bienvenida a mi mundo.
Muchas gracias ☺
¡que genial!
De hecho no pensé que este texto llegara a gustar. Espero nos sigamos encontrando :)
Qué buena técnica para enfocarse de nuevo, me gusta, siempre me han atraído las culturas asiáticas y genial que lo traigas por acá. Te felicito. Espero leerte más...
De verdad que es genial, Fer. Pero si haces tu esquema te recomiendo que lo pegues en la pared o en el espejo, porque así lo ves todos los días y te mantienes enfocado. Si no, se te olvida todo y no queremos eso jajaja
Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo. :)