A continuación voy a encadenar ciertos argumentos, con el propósito de ilustrar el punto de partida de mi lógica.
“Para mí, la educación es simultáneamente el acto de conocer, la acción política, y el hecho artístico. Yo no hablo sobre las dimensiones políticas de la educación, tampoco hablo del conocimiento de sus dimensiones. Así mismo, tampoco hablo de la educación a través del hecho artístico. Por el contrario, yo digo que la educación es política, arte y conocimiento.” (1)
Sinceramente no voy a entrar en detalles sobre lo que Freire quiso o no decir exactamente con estas palabras, de todas formas esto no es un ensayo, pero sí me parece adecuado como cita introductoria. ¿Por qué?, puesto que sus conclusiones son brillantes, sus argumentos son inclusivos y lo más importante es que su concepto de educación plantea los cimientos de una revolución educativa tanto individual como social.
Según sus palabras - o bueno según mi humilde interpretación y traducción de ellas- la educación es transformativa, y oscila sutilmente desde la acción individual a hechos concretos que son al mismo tiempo hechos sociales.
En primera instancia, el acto de conocer es por definición un acto individual, donde cualquier sujeto emprende un proceso complejo que comienza siendo identificativo, seguido del hallazgo del sentido concreto o abstracto de un objeto y que finalmente termina en una validación del mismo, lo cual llamamos conocimiento. Sin embargo bajo sistemas predeterminados de invención humana (sistemas educativos, por ejemplo) el proceso final del acto de conocer, en algún momento se vuelve inductivo, y por ende es de carácter social, ya que implementa herramientas que deben ser explicadas por otros con más experiencia y conocimiento que el denominado no conocedor. Por consecuencia, la validación del conocimiento es juzgada por esa intervención social y el producto final del conocimiento es contaminado.
Sin embargo, soy un fiel admirador del conocimiento acumulativo de la raza humana, y lo que antes he denominado contaminado, lo hice por la necesidad de adaptación de esta inserción social a prácticas más coherentes. Básicamente no creo que sea algo perjudicial, en otras palabras, lo que está mal es la implementación de la misma que busca oprimir en vez de liberar (2).
En segunda instancia la acción política es sin duda una consecuencia a la convivencia social, ya que la misma en su concepción más amplia, proviene del sentido mismo de la vida, ese sentido que hemos ido moldeando generación tras generación, es un hecho cambiante porque es por definición la máxima expresión colectiva de todos los individuos que comparten un espacio determinado. La misma interviene directamente en cada aspecto de nuestras vidas por más pequeño o grande que nos parezca.
Por ejemplo, el comportamiento acertado en un ámbito social, el respeto, el derecho a la propiedad intelectual o física, los standards de lo correcto o incorrecto, la integridad, la moral, los valores, todos estos conceptos de la vida como la conocemos hoy en día empiezan y terminan con una definición política, porque todos son producto de una interacción continua entre seres humanos y su necesidad de encontrar comunión con otras formas de interpretación, de ver, de oír, de hablar y de actuar. La política es un acto de conocer mutuo, se desarrolla entre individuos y es una concesión para encontrar una forma de convivencia que nos permita a todos por igual permanecer en un estado de felicidad continuo.
Así mismo la política, que fue atribuida en principio a la idea del Estado, es ahora de carácter mundial, porque la globalización ha roto las barreras que separaban pequeños grupos políticos, unificándonos en una gran masa que aspira y conspira a llegar a una misma conclusión, el estado conmutativo de felicidad entre individuos. Por lo tanto, si la política tiene como objetivo - o eso estoy conjeturando en aras de mi argumento - alcanzar ese estado conmutativo, ahora podemos hablar de la participación individual del proceso político.
Hasta ahora se no has presentado la opción de participar activamente en procesos políticos a través de instituciones deliberativas, y la sociedad ha desarrollado un modelo de confianza en el cual se otorga poder representativo a un pequeño grupo de personas, todo esto con la finalidad de mantener armonía en todos los niveles de nuestra interacción humana. De contado, sabemos que este modelo no funciona del todo bien, y culpamos a estos individuos de estar corrompidos de poder, o de otras miles de cosas. Pero para mí no se trata de eso, se trata justamente del individuo que no conoce, o que en contraste solamente conoce lo que otros quieren que conozca. Y si solamente el individuo conoce o desconoce cierto tipo de información en vez de un entendimiento global de la condición humana, del tiempo y del espacio en que vive, este se convierte en un individuo indigno de confianza y esa condición de ignorancia desmorona los cimientos de cualquier modelo de vida comunitaria.
¡Eureka! he aquí un momento de revelación personal, y los voy a deleitar u horrorizar, con mis inapropiadas conclusiones.
¿Qué pasaría si decidiéramos hacer un esfuerzo por cambiar el proceso de inserción a uno que sea más humano y menos práctico, menos industrializado?
¿Y, si no pasáramos estudiando años la teoría básica de las ciencias que nos han llevado al desarrollo y al progreso, sino que más bien, ¡O aún mejor!, lleguemos a una comunión entre el aprendizaje del conocimiento técnico y el de la condición humana?
¿Y, si definieramos educación como la herramienta que permita crear concesiones en TODAS las interacciones humanas de forma libre y sin prejuicios, y viésemos la política como la mano que hace cumplir esa concesiones y no tomar partido entre el progreso y la vida humana?
Se que a primera vista parece, que estoy hablando de otra forma de adoctrinamiento, pero no es así, a lo que me refiero es entrar en una discusión en la que se tome seriamente reformar el sistema educativo, que se está convirtiendo en una forma de control, a través de la comercialización del mismo, del propio adoctrinamiento y de la industrialización y arbitrariedad de lo que se enseña.
Muchos sistemas educativos, restringen profesores de no hablar de temas políticos o religiosos en ciertos niveles, se les prohíbe tomar partido abierto para evitar influenciar directamente a nuestros jóvenes. Todo esto, en aras de defender el futuro libre albedrío de los estudiantes, pero como no se va hablar de política en clase si la política es parte fundamental de nuestro desarrollo como sociedad. En consecuencia tenemos profesionales educados que se refugian en su derecho a elegir en la participación activa, pasiva, o pseudo-activa de la política, y no los culpo, porque sinceramente la concepción que tenemos de política es inadecuada para el ritmo de vida de cualquier sociedad moderna, para las demandas de nuestro ambiente y en concreto para la existencia del ser humano.
Ahora bien, en resúmen mis posiciones con respecto a este tema es que se debe cambiar la forma en que vemos la educación; como un proceso deshumanizado que solo sirve como un instrumento de control dentro de una sociedad. Al contrario, que deberíamos introducir un sistema educativo que implementase una definición más humana del mismo donde aspectos lógicos como la preservación del medio ambiente, el respeto a la vida y el derecho a diferir se desenvuelvan naturalmente - y no sean privilegios que, hoy día, son solamente de cuyos consideramos educados y de sociedades educadas.
Al mismo tiempo, que sean parte de una educación más simple y mundana, una menos concentrada en la producción de materiales que son el motor de una sociedad industrializada y tóxica, y que finalmente, estos cambios sean inclusivos, coherentes y eficientes en respuesta a el lamentable estado consumista que el mundo está sumergido, para que así este funcione como piedra angular para un cambio mucho más concreto en la condición en la que el ser humano vive y experimenta el hecho de existir.
LLegando al último punto, el hecho artístico, - acabo de sonreír - podríamos dedicarle un artículo entero a tratar de definir el arte ¡Bendita palabrita!, pero para eso tenemos a la gente que se dedica a estudiar la estética de las cosas. Yo, por otro lado, me dedico a decir terquedades que no me puedo aguantar sobre cosas que tal vez no entiendo mucho y otros sí.
Cualquier expresión artística es parte fundamental del crecimiento espiritual, del cual muchos prescinden, así como también es primordial para otros en su camino, digamos, de alcanzar un estado supremo de alfabetismo donde se entiende lo que va más allá de otras cosas que pueden ser enseñadas por medios comunes. Si bien comprendemos que el hecho artístico, en una apreciación muy por encimita, en algún punto se nos escapa del entendimiento coloquial del acto de conocer, entonces podemos decir que tiene una naturaleza extraña. La misma, es una naturaleza que define momentos, es una experiencia transitoria, pero a su vez es permanente porque algunas veces es trascendental, y lo trascendental se vuelve tangible para el individuo. Al fin y al cabo es una interacción pura, cambiante y por más que nos empeñemos en definirla se nos escapa de las manos, siempre.
Les voy a ilustrar esto de la manera más simple que se me ha ocurrido, el hecho artístico viene del mismo sitio de donde vienen la risa.
¡Listo!, reír nos hace bien, y a veces nos molesta que nos hagan cosquillas, pero jamás somos ajenos al hecho de que reír se siente natural, así es como veo el arte. Y cuando todos seamos capaces de soltar una carcajada colectiva, ese día tendremos un señal inequívoca de que estamos haciendo las vainas bien.
El arte es expresivo, y por su condición expresiva es coherente que forme parte de nuestro proceso educativo, porque parte de ser educados es expresarnos con el alma.
Sin embargo, en aras de mi argumento, les voy a demostrar que pasa de ser un acto individual a un acto social cuando se vuelve una realidad tangible para otros. En primer lugar, porque en la búsqueda de un hecho artístico nos tenemos que cuestionar, y cuestionar las cosas es bueno, sobre todo cuando tenemos que lidiar con sistemas opresivos o cuando aspiramos a entrar en comunión con otros mediante procesos políticos. En segundo lugar, porque el arte es una condición humana que pertenece a la raza humana y a el universo simultaneamente, es un puente que nos conecta con lo inmensurable, con lo no tangible. Los dos ejes se expresan desde la incongruencia a la congruencia y vuelven a entrar en el reino de la incongruencia para mantener un ciclo de coexistencia, por lo tanto, como no se puede hablar de una coexistencia sin una interacción, me aventuro a decir que el arte revolotea entre la expresión del individuo y la expresión social.
Finalmente y fuera del ámbito de los 3 axiomas, estoy llegando a la conclusión de esta entrada, y me aproximaré a ella dando el siguiente argumento; el punto de partida de mi lógica para un cambio educativo.
La reforma educativa va más allá del implemento de procesos, en cambio se dirige a un problema de carácter existencial, en el mismo se debe estimular todo tipo de conocimiento que nos llevase al entendimiento entre culturas.
Entre estos cambios se debe concientizar el acto de conocer para alcanzar un grado político que permita regir las interacciones humanas que por mutuo consenso fueron acordadas como correctas y bellas a su vez. Esto último porque sin el arte se pierde el proceso natural en que el hombre entiende el sentido de las cosas más allá de su raciocinio y de la naturaleza de progresar sin industrializar, de producir para estar en armonía. Sin embargo, cabe destacar que para llegar a ello debemos seguir el camino planteado por nuestros predecesores, es decir debemos seguir la ley, pero a su vez romper los paradigmas de la misma y sorprender a los que se oponen a los hombres libres con nuestra retórica y no con violencia.
Sin mas que decir me despido por ahora, pero antes los dejaré con una interrogante porque de eso se trata este espacio, de la interacción.
¿Una revolución puede ser individual o es por definición un acto que debe consumarse en sociedad?
Vivan de acuerdo a sus ideas, y sobre todo sean felices.
- Me atribuyo la traducción de la cita de Paulo Freire, aquí está el texto original para su libre interpretación del mismo.
“For me education is simultaneously an act of knowing, a political act, and an artistic event. I no longer speak about a knowing political dimension of education. I no longer speak about knowing dimension of education. As well, I don't speak about education through art. On the contrary, I say education is politics, art, and knowing” Freire, P. (1985a) Reading the World and Reading Word: An Interview with Paulo Freire, Language Arts, 62.1, p. 17. - Conclusión del autor después de leer Freire, P. (2001) Pedagogy of the Oppressed (New York, Continuum).
Genial :)
¡Gracias!