Ves que el cielo sigue ahí y el sol también, ves que las calles son las mismas de siempre y los ruidos también. No hay cambios notorios externos, no hay señales de un extraño suceso. Porque depende del ojo con el que mires, te darás cuenta de lo que sucede a tu alrededor. Tras pasar la oscuridad inmensa de la madrugada, la tormenta que no paraba, los sonidos de la noche y el frío que te cala en los huesos, agradeces el sol brillante que ahora te deja ciego por momentos.
Pues después de cada tormenta viene la calma, lo que pasa es que esta parece la de los mares al retirarse, cuando te dicen que te alejes porque viene un tsunami. Porque dicen que el mar te limpia el alma, te calma los pensamientos y te renueva las energía. Pero el agua salada que ha manado de mí por días y días, ha hecho el mismo efecto terapéutico.
La coraza que solía tener, que yo misma construí hace tiempo, quedó destrozada. Me dejó vulnerable, me dejó idiotizada. Todo el llanto que de mí brotó, todo el dolor que mi cuerpo experimentó, por dejarte pasar. Por bajar la guardia. Si me veía en el espejo mis ojos eran grises. Gris metálico, como la coraza que me pondría otra vez. Por fuera seguiría siendo la misma, por dentro, no dejaría a nadie entrar otra vez.
Y es al ver el sol radiante que caigo en cuenta de todas las cosas que la tormenta me enseñó, de las cosas que hice cuando me quité la coraza. Todas eran buenas, todas eran sanas. Todas las hice por ti, porque quería hacerlas, me nacía del alma. Todas las hice para el bien de ambos. Pero también me di cuenta de todo lo que acepté porque te quería. Y que no debí hacerlo. Todo eso me enseñó que aunque yo quisiera, no podía hacerlo todo. No siempre podía hacerlo todo.
Y la tormenta solo ha cesado para darme un respiro, sé que de noche volverá a llover. Y sé que querrás volver. Pero esta vez yo tengo un refugio y te toca a ti buscar el tuyo. Te toca a ti aprender de la tormenta, como aprendí yo. Si el río te trae otra vez, será cuando te hayas curado de males. Cuando al fin abras los ojos y termines de despertar.
¡Gracias por leerme!
Muy bello, Karen! Si se acerca la noche prepárate, si se acerca la tormenta se valiente.
Gracias por tomarte el tiempo de leerlo y gracias por tan bonito comentario!!
Woaoooo!! Me llegó, esas tormentas son lagrimas...
Si el vuelve es porque siempre fue tuyo y si no es porque nunca fue tuyo su corazon.
Lindas palabras, saludos nos estamos leyendo.
Graciaaaaaaas!! Es lindo cuando mis escritos llegan, espero que de alguna manera sea cierto lo que dices.
Bellisimo, todos tenemos a alguien que no tenemos, pero con el tiempo te das cuenta que esperar no es la mejor forma de ser libre.
NO RAIN NO FLOWERS, floreceras de esta y de las que vienen.
El caso aquí es que la que yo soy la que se alejó por su propio bien. Yo lo podría tener otra vez si quisiera, pero no es el momento todavía. Gracias por tu comentario!