Lantadilla es una pequeña población de la provincia de Palencia, en Castilla y León. Con apenas 300 habitantes, esta aldea ha sido noticia durante estos días por lo que ha ocurrido en su ayuntamiento. Veamos...
La secretaria que no quieres tener
María Teresa Romero Mato, secretaria del Ayuntamiento de Lantadilla, ha vuelto a ocupar su puesto de trabajo después de que la Audiencia Nacional anulara la sanción disciplinaria de dos años de suspensión firme de sus funciones, que el Ministerio de Hacienda le había impuesto por incumplimiento de sus obligaciones. Este hecho, en si mismo, no tiene nada de noticioso. Pero la cosa se ha puesto interesante, porque el retorno de la secretaria ha provocado que la alcaldesa y todos los concejales del ayuntamiento hayan dimitido en bloque.
¿Qué puede haber hecho una persona para que todos sus compañeros huyan despavoridos ante su regreso?
La señora Romero Mato incumplió, presuntamente, sus obligaciones al no comunicar a Hacienda las liquidaciones de los ejercicios desde 2011 a 2013, no rendir cuentas al Consejo de Cuentas de Castilla y León en 2011, 2012 y 2013, y no remitir los presupuestos anuales al órgano competente de la Comunidad en los años 2012, 2013 y 2014. Además y según la propia exalcaldesa:
"No se pagaba a los proveedores, ni a las orquestas de las fiestas, ni la luz, ni al fontanero… Nada"
"Tampoco se han cobrado las basuras ni el agua a los vecinos durante años"
Y a esto hay que sumarle ausencias injustificadas e incumplimiento de horario. Esta cadena de despropósitos acabó creando una deuda de más de 200,000€ para un pueblo de apenas 300 habitantes. Vamos, la empleada del mes.
Para buscar una solución a este desatino los vecinos han creado una plataforma vecinal, desde la que han pedido ayuda al Procurador del Común, al Defensor del Pueblo, al Colegio de Secretarios, al Ayuntamiento de Palencia, a la Diputación provincial, a la Delegación de la Junta, a la Subdelegación del Gobierno y al Ministerio de Hacienda, además de concentrarse en Palencia y Madrid y abrir una petición en change.org.
No se puede entender esta situación sin aclarar antes que "nuestra secretaria" consiguió su puesto mediante oposición. Porque sí, María Teresa es funcionaria. Y lleva nada más y nada menos que 29 años en su puesto.
Esta noticia se puede interpretar desde muchas perspectivas; "los privilegios de los funcionarios", "la gestión del dinero público" o "cómo convivir con una persona tóxica", entre otras. Pero me gustaría centrarme las motivaciones que han llevado a María Teresa a esta situación.
La persona que no quieres ser
Cada vez que escucho alguna crítica hacia el funcionariado, vienen a mi mente aquellas palabras de Eduard Punset, que medio en broma medio en serio, comparaba a los funcionarios con los tunicados:
"El cerebro de los tunicados permite a las larvas encontrar el lugar adecuado en el que van a fijar su residencia en su etapa de adultos. Ese cerebro les permite orientarse en el espacio para desplazarse hasta el fondo y, una vez allí, vivir una vida adulta sin volver a moverse. Ya instalados en la seguridad del lugar elegido, absorben su propio cerebro porque ya no lo necesitan."
"Mucha gente y, sobre todo, muchos funcionarios se comportan de forma similar a los tunicados. Una vez instalados en la seguridad, se diría que absorben su cerebro y dejan de pensar en otras posibilidades de innovar. Esta actitud es peligrosa para ellos mismos y para el colectivo en el que están insertados."
Conste que es una opinión personal, pero mucho me temo que la buena de María Teresa ha sido víctima de ese "tunicadismo funcionarial". O como dirían los gurús del coaching: se ha recluido en su "zona de confort".
La "zona de confort" no ha de ser necesariamente confortable. Solo es un entorno conocido, en el que sabemos de antemano cuales serán las consecuencias de nuestros actos y nuestras palabras. Un espacio en el que, de forma ilusoria, vemos reducida la incertidumbre y en el que nos dejamos mecer por una falsa sensación de seguridad, de la mano de: "más vale malo conocido que bueno por conocer".
Muchos hemos crecido con la idea de que el objetivo es conseguir un "buen puestecito", con un "sueldo asegurado" y a vivir tranquilamente. Esto, no podemos negarlo, nos aporta cierto grado de bienestar y es mucho más de lo que tienen millones de personas en el mundo. Pero no nos aferremos a eso como los tunicados se aferran al fondo del mar. Hacer lo mismo cada día durante 29 años, sin nuevos retos, sin nuevos incentivos, puede sumirnos en el tedio y la apatía. Puede que sea lo que le ha ocurrido a la secretaria de Lantadilla o puede que no, pero a la vista de lo ocurrido, no hace falta ser un lince para llegar a la conclusión de que María Teresa lleva años sin disfrutar de su trabajo.
Conclusión
Busquemos un buen puesto de trabajo, consigamos un buen sueldo, cubramos nuestras necesidades básicas, pero no dejemos de soñar. No dejemos de compararnos con la persona que queremos ser, para decidir que camino nos lleva hasta allí.
Y para llegar allí, irremediablemente, habrá que salir de nuestra "zona de confort". Deberemos armarnos de valor, enfrentarnos a nuestros miedos, tomar decisiones importantes y aceptar nuestros fracasos . Debemos luchar por nuestros sueños sin miedo al fracaso. El fracaso, por malo que sea, es mejor que morirse sin haberlo intentado.
María Teresa tiene ya 60 años. Puede que para ella sea tarde. Espero que para vosotros no.
Fuentes:
https://www.elconfidencial.com/espana/2018-01-20/ayuntamiento-lantadilla-dimite-secretaria_1508703/
http://www.elnortedecastilla.es/palencia/lantadilla-queda-gobierno-20180119232223-nt.html
http://cadenaser.com/emisora/2018/01/19/radio_palencia/1516339598_329085.html
http://www.abc.es/espana/castilla-leon/abci-dimite-toda-corporacion-pueblo-palencia-malestar-tras-reincorporacion-secretaria-201801191140_noticia.html
http://cadenaser.com/emisora/2017/12/19/radio_palencia/1513674823_816334.html