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Desde la Siembra del Gigante, hasta en estos días siendo hoy 09 de Marzo del 2018 día en el que comienzo a escribir estas líneas, se desato un vacío de poder tan grande que todos los parásitos de la política Venezolana emprendieron una guerra incansable por el poder absoluto que solo ostento Hugo Rafael el verdadero destructor de la Venezuela que siempre fuimos, que no fue perfecta pero en lo que a mi opinión por experiencia de vida respecta fue un sueño dorado en comparación al país que hoy le estoy ofreciendo a mis hijos. Yo, el escritor me disculpo si hiero susceptibilidades, o si alguno de ustedes quien lee este escrito se siente ofendido porque diverge de mis opiniones, el arte del escribir aun es libre y todos podemos expresar nuestros sentimientos desde el respeto siendo siempre congruente en las acciones con lo que se dice o escribe.

La Venezuela en la que nací, fue una Venezuela, también corrupta, desordenada, y maltratada por el incansable pico del minero, pero el minero para nuestra gracia o desgracia tenia a la gente, capacitándose, trabajando, produciendo, y comiendo bien, ayudando siempre a algún familiar que no trabajaba en la mina y hay que aceptarlo no tenia tanto poder adquisitivo pero podía vivir y comer, no se veían esos cuerpos flacos casi sin alma que se logran cuando se desayuna, almuerza y cena, Yuca con yuca, o auyama con auyama, eso es característica de todas las guerra, y de la guerra sin bombas que se desato, desde que los frutos del gigante árbol de mierda que se sembró en el cuartel de la montaña comenzaron a Madurar en tiempos de Maduro, quien en el que en mi humilde va a ser el hombre más odiado de la historia de Venezuela por ser tan incapaz e imbécil, el titere de los Castro y la Roboilusion (5ta República).

En esta guerra sin bombas no sabemos muchos de qué lugar estamos, porque es una guerra de todos contra todos, es una lucha sin norte, pero con lucro, y con lo característico de todas las guerras no hay comida ni medicinas, la gente muere en los hospitales porque no hay insumos “solo algunos privilegiados tienen la gracia de poder enfermarse y no morir en el momento que”, la gente muere de hambre en camino hacia el trabajo todos los días madruga con fuerza para poder medio comer un par de ellos –Fuerza hermanos míos, gente buena, los Venezolanos Somos Yeguas y Caballos-. Benditos sean todos lo que hoy libran una guerra contra el hambre, la tristeza y el dolor.

Hace unos días pensé que aquí había un solo gobierno, donde mandan Opositores y Chavistas en igual porcentaje a cuantos seguidores tengan, y era

Estimados todos, gracias.