ANTE Y DESPUÉS DEL EMBARAZO

EL EMBARAZO NO ES UN PERIODO DE DETERIORO FÍSICO, YA QUE SI UNA MUJER SABE CUIDARSE BIEN, NO PERDERÁ NUNCA SU ENCANTO DURANTE ESTA ETAPA.

En mi opinión, no hay nada como el embarazo para embellecer a una mujer porque entonces su postura es majestuosa y contenida. En efecto, el embarazo es un periodo de la vida de la mujer en que no tiene que perder su encanto ni su feminidad. Pero, eso si, ha de saber cuidarse en este periodo en el que el organismo sufre una gran conmoción.

La embarazada no debe cambiar en general su modo habitual de vida. Solo deberá evitar los trabajos duros y aquellos que exijan un gran esfuerzo físico. Ha de tener gran cuidado en la forma de alimentarse, llevando una dieta equilibrada tal como le aconseja el doctor.

Durante el embarazo habrá que cuidar la piel. Pueden presentarse unas manchas que son una alteración cutánea consistente en aumento de pigmento melanico en las capas de la epidermis. Tienen un color pardusco y o bien se extienden de forma continua, o en forma de manchas sobre el rostro. Este tipo común de pigmentación, que ocurre solo durante el embarazo, se conoce con el nombre de mascara de la embarazada o cloasma uterino. Suele aparecer en el segundo mes de la gestación y su color va oscureciéndose progresivamente.

Estos proceso de hiperpigmentación están vinculados con las modificaciones endocrinas propias de la gestación. No solo se tratara de manchas en el rostro, sino también de oscurecimiento en la aureola de los pezones y genitales. Todo esto no debe preocupar mucho a la mujer, no siendo aconsejable el uso de cremas decolorantes, pues la piel podría reaccionar aumentando la pigmentación. El cloasma uterino desaparecerá en cuanto se reanude el ciclo menstrual después del parto. Por tanto, solo sera recomendable disimular las manchas con un maquillaje apropiado y, si todavía resultan visible, se puede aplicar encima de las mas oscuras un corrector de rictus claros que acabara de reforzar el poder del maquillaje.

El volumen de los senos aumenta notablemente durante el embarazo, adquiriendo mayor peso. Esto, naturalmente, hace que tiendan a caer. Hay muchas mujeres que se preocupan por esto, pero, sin embargo, con un poco de cuidado se puede conseguir que el busto no pierda su forma. Es preciso usar un sujetador adecuado durante todo este periodo, que levante y sostenga el pecho sin aplastarlo. En algunos casos sera incluso conveniente dormir con un sostén especial.

Los senos deberán conservarse limpios y los pezones habrá que cuidarlos untándolos con materias grasas y nunca con alcohol y astringentes porque resecan la piel y favorecen la formación de grietas.

La gestante deberá cuidar con esmero de los dientes pues en esta épocas son frecuentes las caries dentales. Toda mujer embarazada deberá consultar con su dentista y hacerse revisar la dentadura.

El aumento de volumen del abdomen y de los senos produce que la piel se encuentre muy infiltrada de agua, por lo que se rompe con gran facilidad y aparecen las temidas estrías. Las estrías se deben a la ruptura de las fibras elásticas de la dermis que forma una apretada malla que sostienen la turgencia de la piel. Por lo general suelen ser numerosas y simétricas, hallándose principalmente en los muslos, abdomen y nalgas.

Con las estrías suceden lo mismo que con las arrugas. No existe tratamiento para eliminarlas del todo, por lo que hay que confiar en la única solución: prevenir y evitar su aparición. Para ello es imprescindible durante el embarazo, la aplicación de cosméticos que dan elasticidad a la piel.. Estos productos contienen elementos hidratantes y grasas naturales y ademas sustancias biológicas, tales como el colágeno y la elastina, productos que sirven para flexibilizar la piel y ayudar a que la distensión se realice sin problemas evitando las irreparables roturas en los tejidos.

Durante el embarazo las paredes venosas pierden tonicidad. Este problema se agrava con el aumento del feto. La circulación en las extremidades se hace difícil, las piernas se hinchan y a veces aparecen las temidas varices. Es aconsejable adoptar desde el primer síntoma las medias especiales para evitar la aparición de varicosidades, puesto que cuando ya han aparecido las primeras varices, es muy difícil combatirlas.

Se debe evitar el calor excesivo, pues es el responsable de muchos casos de dilatación venosa. Se debe evitar, por tanto, aproximarse demasiados a las chimeneas, estufas o radiadores. Por esta razón también es preferible usar faldas en lugar de pantalones, pues estos retienen el calor alrededor de las piernas.

Se deben evitar las ligas, fajas, calcetines y cualquier prenda que comprima las piernas creando problemas circulatorios.

Es aconsejable dormir con las piernas mas altas que el cuerpo. Pero no bastara poner un almohadón, sino que el colchón deberá formar un plano inclinado, lo que se consigue colocando una tabla bajo el mismo. cruzar las piernas también es contrario a una buena circulación.

Convendrá aplicar, sobre todo por las noches, en las piernas un gel de efecto refrescantes y relajantes, realizando un masaje desde el empeine hasta la rodilla, lo que favorece la circulación.

Inmediatamente después del parto debe empezar la recuperación de la madre. Convendrá iniciar lo ante posible una gimnasia de recuperación. Es el medico quien debe determinar cuantos movimientos y de que clase deberán hacerse. Como norma general, son aconsejable cinco movimientos de cada clase, consiguiendo así una gimnasia completa de unos veinticinco movimientos.

El problema de la mujer que acaba de dar a luz es su lucha entre el deseo de recuperar la linea y el temor de perjudicar la crianza del niño. Pero hay que decir que ambas cosas son posibles y que no se excluyen mutuamente. Hoy día el medico no suele permitir que la embarazada engorde demasiado. A lo sumo diez kilos, de los que pierde seis en el parto y otros dos en la primera quincena. Se trata por consiguiente, de rebajar solo dos kilos, lo que sera fácil sin suprimir demasiadas calorías. Bastara mermar la sal de las comidas, suprimir el pan y los dulces, la mantequilla y la grasa animal. El régimen deberá ser rico en huevos, carne, verduras y frutas.