@Gpocaterra - Diario Semanal - Weekly Journal
Hoy quiero compartir sentimientos personales. Hoy les quiero hablar de lo que se ha dado en denominar la “Diáspora Venezolana”.
Según el Diccionario de la Real Academia Española tenemos lo siguiente:
Diáspora
Del griego: διασπορά diasporá 'dispersión'.
f. Dispersión de los judíos exiliados de su país.
f. Dispersión de grupos humanos que abandonan su lugar de origen.
Hoy me apego a la segunda definición: Dispersión de Grupos Humanos que abandonan su lugar de origen.
¿Por qué de la Diáspora?
Crisis Económica, Crisis Médico Asistencial, Crisis del Transporte Público, Crisis en las Universidades Públicas por falta de presupuesto, crisis de esto y aquello, crisis, crisis y más crisis.
Crisis siempre hubo en todas partes del mundo, esto no es algo nuevo para la humanidad. Pero, el ciudadano común confiaba en sus líderes y en el sistema de gobierno que regía en sus respectivos países. Estados Unidos, a finales de los años 20 y principios de los años 30 del siglo pasado, atravesó por una grave crisis económica, Europa al terminar la segunda mundial quedó devastada. Más, los ciudadanos estadounidenses y europeos confiaron en sus instituciones y sistemas políticos así como también en sus líderes para salir adelante.
Realmente lo que lleva al venezolano “de a pié”, al venezolano común, a pensar en abandonar su lugar de origen: Venezuela, es la desesperanza por falta de credibilidad en el sistema de gobierno y en todos sus líderes sean gobierno u oposición.
Ya el venezolano común no cree en el sistema político, se cansó. El venezolano común no cree que haya solución porque se perdieron principios y valores fundamentales tales como: el derecho a la vida, la honestidad, la libertad de expresión, el respeto por los demás y la benevolencia (ver a una mujer embarazada hurgando en los botes de basura, buscando comida, se ha vuelto un acto “natural”, no nos espanta) y así pare usted de contar.
El venezolano no ve una salida en corto plazo a ésta situación terrible de pérdida de valores y desesperanza y falta de credibilidad en el sistema político y los líderes que dicen representarnos. Por eso busca nuevos horizontes lejos de su tierra natal. Busca encontrar espacios de paz, espacios donde su trabajo rinda frutos suficientes para mantenerse y mantener a su familia con dignidad. Esta huida, si se quiere y se puede llamar así, nos está dejando sin talento profesional, los primeros en irse son los jóvenes recién graduados, jóvenes en quienes el país deposita su futuro se van a buscar ése futuro lejos de casa, no ven salida inmediata a sus necesidades de desarrollo personal. Sacrifican sus esfuerzos de años en las universidades del país para convertirse, en países extranjeros, en choferes de taxi, jardineros y ayudantes de limpieza, oficios dignos sin lugar a dudas pero para los cuales ellos no se habían preparado. La necesidad de estabilidad los lleva a sacrificar sus sueños profesionales. Luego les siguen los no tan jóvenes en busca de lo mismo: espacios donde su trabajo rinda frutos. Tenemos profesores en las universidades cuyo salario promedio mensual es el equivalente a 5 dólares americanos, ¡qué desgracia!.
El futuro de Venezuela es incierto. Pérdida de valores y pérdida de talento. Ahora nos toca a todos reconstruir un país, estamos claros en eso y considero que estamos a tiempo. Pero el país necesita un cambio de rumbo, en todo sentido, que le permita a nuestros hombres y mujeres de bien creer que vale la pena luchar, en casa y en conjunto, por ese futuro digno que todos merecemos. Y que no siga siendo la imagen de la obra del gran artista venezolano Carlos Cruz Diez, realizada en el piso del aeropuerto internacional de Maiquetía, la idea de búsqueda de futuro de esos hombres y mujeres de bien.
Nota del autor:
La imagen la conseguí en:
http://runrun.es/nacional/inbox/142850/piso-de-maiquetia-obra-de-cruz-diez-sera-restaurado.html