Todo comenzó con una simple conversación a través de Facebook por allá por el mes de enero del 2015, vi su perfil y me cautivaron sus ojos, el color de su piel de ahí que me atreviera a escribirle, sorpresa grata la mía cuando esa bella doncella le respondió a este humilde plebeyo, desde ese momento entablamos una relación de amistad virtual en la cual nos conocimos poco a poco el uno al otro. En el mes de mayo de ese mismo año nos dimos la oportunidad de conocernos en persona, me recuerdo que fue en el día de su cumpleaños, y sé que fue así porque ese día la sorprendí con un bonito presente, bueno digo yo que la sorprendí y lo digo de esta manera porque el sorprendido fui yo, al ver como un bello rostro se sonrojaba, sorprendido por ver a una doncella con sus rostro sonrojado, por un detalle de este humilde servidor, ese día compartimos un bello momento juntos.
Luego de aquel día seguimos hablando con mayor intensidad (es decir más seguido), con mayor confianza, de nuestros labios ya salían frases como “Te quiero”, no como una simple palabra, si no como un sentimiento que nacía en nuestros corazones, de esta forma transcurrieron los día hasta ese 24 de junio del 2015, donde después de una noche de película, en un centro comercial reconocido de mi ciudad, al salir ya dispuestos a irnos cada quien a nuestros hogares, eran como 9:30pm o 10:00pm en frente de ese centro comercial sucedió el momento más bonito de mi vida, tuve la valentía (entre comillas porque me temblaba todo y estaba frio de los nervios) de pedirle que fuera mi novia, claro no se lo dije así, le dije mirándola fijamente a sus bellos ojos “quieres ser la mujer que escriba conmigo una bella historia” ella se sonrojo y me respondió que sí, en ese momento hablando metafóricamente sentí como quedamos solos en ese espacio es decir, sentí como si nadie nos rodeara, como si no hubiera más nadie a nuestro alrededor, me dedique solamente a fijar mi vista en sus labio, y así como con temor por respeto a esa doncella, me fui acercando lentamente para conectar nuestros labios y sellar ese bello momento con un bello beso, que al escribir estas líneas lo he revivido como si estuviera sucediendo en este momento.
Después de ese día dejo de ser una doncella, para convertirse en la princesa de mi corazón, a ella le debo los mejores momentos de mi vida, las mejores sonrisas de mi rostro, si como dije en mi #IntroduceYourself soy una persona que tiende a ser serio, pero con ella no, ella lograba desarmarme todo, hasta el punto de quedar completamente desnudo en sus manos, aprendimos a ser el complemento del uno y del otro, aprendimos hacer un amor perfecto, y esto no quiere decir que no hayamos vividos momentos malos cuando estuvimos juntos, claro que los hubieron, pero así como surgieron aprendimos como solventarlos.
Si aceptan un consejo de este humilde servidor, muchachos aprendamos a valorar esa bella mujer que está a nuestro lado, valorémoslas no solo por el hecho de ser una mujer, a la cuales le debemos nuestra existencia en este mundo, acuérdense que nosotros nacimos por medio de una de ellas, si no que valorémoslas por ser esa persona que esta hay para nosotros, compartiendo momentos, creando historia, aguantándonos aun en nuestros malhumorados momentos, solo por el hecho de que nos aman nos quieren con todo su corazón.