Ginny Parker Woods en su texto “Japón enfrenta un nuevo desafío económico: muchos de sus jóvenes no quieren trabajar” señala que Japón se ha visto afectado económicamente ya que sus jóvenes han dejado de querer ser laboralmente activos. Inicialmente, la autora asegura que existe un aumento de jóvenes japoneses que solo están esperando el empleo de sus sueños para empezar a trabajar, siendo incluso incentivados a esperar por este empleo ideal por sus propios padres. Consiguientemente, el Gobierno japonés se refiere a los jóvenes que no buscan ni tienen trabajo y que son mantenidos por sus padres como NEET.
En segundo lugar, en el texto se explica que más de la mitad de los adultos jóvenes japoneses están desalentados o abandonarían sus trabajos corporativos por lo que, junto a los NEET, debilitan la fuerza laboral ya afectada por el creciente envejecimiento de su población y la poca natalidad. Además, Parker Woods expone que la falta de inmigrantes en Japón hace que el país necesite a toda su población laboralmente activa para mantener su economía. Asimismo, la ensayista habla de cómo a estas debilidades se le añade el hecho de que los jóvenes NEET han aumentado por los trabajos parciales, que son los más ofrecidos por las empresas.
Finalmente, el ensayo concluye con que a pesar de la situación, hay personas y organizaciones que quieren el bienestar de sus jóvenes, y que tratan de enseñarles que se “trabaja primero [y se] piensa después”.