Estamos pelando bolas: fanzine de mi realidad venezolana

¡Por fin logré terminar mi primer fanzine! Me tomó un proceso de dos semanas elaborarlo: desde la incubación de ideas, hasta la reproducción de la primera copia. Lo llamé Estamos Pelando Bolas porque aquí en Venezuela usamos esa cotidiana expresión para reafirmar que tenemos poco dinero o en su defecto, que no tenemos. Para nadie es un secreto que la economía en el país es más inestable cada día, afectando a millones de venezolanos: desde el que no tienen dinero suficiente para tomar el bus público, hasta al que no le alcanza para comprar comida y tienen que optar por el basurero. Aunque yo no suelo explicar los elementos que hay dentro de las obras de mi autoria, ya que prefiero dejar que la imagen hable por sí sola, esta vez me aventuraré a hacerlo para poner en contexto a quien pase de estas fronteras.

Tickets de metro rotos y amuñuñados, porque así nos sentimos los usuarios que tenemos que tomar este transporte público todos los días, incómodos, fuera de lugar, sin el aire suficiente para respirar. Y Simón Bolívar, nuestro "adoradísimo" prócer, también roto, quejándose de que el dinero no le es suficiente.

De fondo se encuentra una imagen de Crema Paraíso, un famoso lugar de helados en Caracas al que ya no se puede ir porque es imposible costearlo, así que lo que nos queda son los recuerdos con sabor a nostalgia de cuando eramos niños y nuestro problema era cuál toppingle pondríamos a la barquilla. Y otra vez el billete de 100 Bsf, que hasta hace poco fue el de más alta denominación con la imagen de fondo de un container de basura, que tristemente es el proveedor de comida de muchos venezolanos.

En nuestro país los precios se rigen por el dólar paralelo, el cual posee un valor totalmente diferente al que el gobierno dice tener, sin embargo, casi nadie gana en dólares y el suelo mínimo es muy mísero (asimismo, todos los días aumenta el dolar, por lo que los precios también aumentan con la misma velocidad). Y por el lado derecho, el bolívar, refiriéndose a nuestra moneda, en condiciones precarias.