También debemos aprender, cuando estamos bajando. Los problemas en ocasiones nos hacen sentir que vamos en picada y caída libre, y al igual que la montaña rusa, gritamos, nos desesperamos, parece que nos faltara el aire, pero las bajadas y caídas no son eternas, tienen su tiempo de caducidad, y mientras pasamos por ellas, debemos sacar las mejores enseñanzas y las mejores lecciones, recordando que, el éxito no está primero que el esfuerzo, primero esfuerzo y luego el éxito, eso pase incluso hasta en el diccionario.
Durante el viaje se subirán quienes nos acompañen en el viaje, conocidos y desconocidos, pero todos con una intención y un propósito de los cuales también tenemos cosas por aprender. Comprender que nada es casualidad y que todos vinimos al mundo con un propósito. Hay quienes gritan y sufren, y no disfrutan el viaje, de ese tipo de personas hay que aprender pero tratar de no rodearnos de ellas, podrían hacer más largo y poco amigable el viaje de la vida.
Pero hay quienes disfrutan desde que se montan hasta que se bajan, personas que al mal tiempo dan buena cara, personas optimistas que ven el vaso siempre medio lleno y no medio vacío, personas que saben que las cosas pueden ser mejor, ese tipo de personas también tienen algo que enseñarnos y a ellos hay que prestarles atención y rodearnos de ellos.
Pero casi nunca nos montamos en una montaña rusa solos, siempre nos montamos con algún familiar, amigo, pareja o compañero, y es natural que busquemos compañía porque somos seres sociales.
Debemos subirnos a la montaña rusa de la vida con quienes podamos contar y con aquellos que sabemos que son parte de nosotros. Personas que amamos y queremos y a esas sí que debemos cuidar, porque al igual que en la montaña rusa, son las que nos darán la mano cuando nos de miedo una fuerte bajada y la que estarán con nosotros en los momentos de subida y logro de metas.
Y como dije al principio, la vida es una montaña rusa, y debemos entender que en la vida, también hay quien la maneje. Nosotros somos quienes decidimos quien tome el control de nuestras vidas, Dios o el enemigo. Te recomiendo que coloques a Dios como compañero y guía de tu vida, te aseguro que el viaje será más placentero y más agradable.