Hola steemit!!
El mito Robinson Crusoe es una de esas historias que primero vienen a la cabeza cuando se habla de casos de naufragios, navegantes a la deriva o historias de aislamiento humano en localizaciones remotas. Ya sea por el halo de romanticismo que rodea a tal leyenda, o por el poder de atracción que ejerce la idea de una experiencia tan extrema, ha seducido durante generaciones a escritores de novelas en todo el mundo. Aún hoy sigue siendo telón de fondo de importantes producciones, tanto literarias como cinematográficas, saldándose algunas de ellas con más que reseñable éxito.
Lo que quizás no todo el mundo sepa es que la primera de esas novelas, escrita en 1719 por el novelista británico Daniel Defoe, tuvo su inspiración en un caso real que ocurrió durante los primeros años del siglo XVIII.
William Dampier era un corsario que lideraba una expedición dirigida a interceptar el Galeón de Manila, buque español que una vez al año recorría la ruta entre Acapulco y Manila y regresaba a Sevilla con la recaudación anual de las Indias. A sus órdenes estaba un oficial primero, Alexander Selkirk, marinero escocés, y protagonista de nuestra historia.
Cuando desembarcaban en las islas Juan Fernández, frente a las costas de Chile, una discusión generada entre ambos a raíz de ciertos desperfectos sufridos por el barco tras una escaramuza con una nave francesa, llevó a Dampier a tomar una decisión drástica. Selkirk sería condenado al destierro en ese archipiélago, y la nave zarparía sin él.
Abandonado y en posesión únicamente de una biblia, un hacha, un cuchillo, un arma y una libra de pólvora, Selkirk sobrevivió en absoluta soledad 4 años y medio en una isla habitada únicamente por él, y por algunas cabras que jesuitas españoles habían abandonado años antes tras un intento de colonizar la isla.
Estas cabras fueron el sustento vital que permitió a Selkirk sobrevivir por ese tiempo.
Sin otro quehacer que esperar a que alguna nave volviera a rescatarlo, el bueno de Selkirk sobrevivió como pudo a tan duras condiciones de aislamiento y soledad.
Cuando llevaba ya dos años en la isla, un buen día avistó en el horizonte unas naves acercarse a tierra. Pero sus expectativas se tornaron en desolación cuando pudo comprobar que los buques que se disponían a desembarcar en la isla llevaban la bandera española, enemigo acérrimo de Inglaterra en aquellos años en los que estaba teniendo lugar la Guerra de Sucesión española. Consciente de tan cruel destino, y sabedor de su condición de corsario, sólo pudo esconderse de los marineros españoles, quienes a buen seguro lo harían preso de encontrarlo en la isla.
Islas Juan Fernández
De modo que esperó a que los barcos españoles zarpasen para continuar, con gran resignación, su miserable existencia en la isla. No fue hasta varios años más tarde, cuando por fin llegó un barco de bandera británica, capitaneado por el famoso corsario Wooders Rogers. El colmo de la desgracia llegó cuando Selkirk comprobó que el oficial primero del barco que había llegado por fin a rescatarlo era ni más ni menos que William Dampier, el mismo que 4 años antes le había condenado a tan cruel destierro.
Selkirk se negó a embarcar hasta que toda la tripulación juró que Dampier no era quien estaba al mando de la expedición, sino Rogers, y le dieron su palabra de que tenía su seguridad garantizada.
Sólo entonces accedió a embarcar.
Ya de vuelta al Reino Unido, y después de conseguir completar la misión encomendada 4 años antes de interceptar el buque español procedente de las Indias, Rogers escribió un libro con las memorias de sus viajes, en las que incluyó la inaudita odisea de Selkirk. De modo que un buen día ese libro cayó en manos de Daniel Defoe, quien readaptó la historia, dando lugar a la célebre novela de Robinson Crusoe.
En la actualidad, el gobierno chileno ofrece un tour turístico por la isla Juan Fernández, ofreciendo a los curiosos visitantes la posibilidad de visitar las localizaciones que fueron hogar de Selkirk durante su destierro.
Curiosa historia, no la conocía, gracias por contarla.
Hola @delarosa-mr!!
Ohh vaya que historia!! yo leí hace tiempo la novela Robinson Crusoe, y disfrute de ella cada pagina. Algo asombroso de Defoe es que él nunca viajo fuera de inglaterra, lo cual no fue una limitante para escribir su gran obra. Ahora al leerte ya veo de donde se inspiro.
Saludos!!