La vida a veces es buena y otras no tanto, todo depende de las decisiones que se tomen y de las consecuencias que estas traen.
La vida se nos da en un instante y siempre estamos en una constante competencias, si nos ponemos a pensar desde nuestros inicios nosotros estamos aquí porque cuando éramos un espermatozoide fuimos el primero que llego y fecundo el ovulo de nuestra madre y eso se logró luego de una larga carrera o competencia con otros más.
Desde el nacimiento luchamos por sobrevivir, con aquel primer suspiro nos aferramos a la vida y nos encontramos con muchos obstáculos, algunos de ellos los superamos y otros no.
De nuestra niñez dependen muchas cosas, además de la educación, los valores y las costumbres, también nuestra salud mental y el equilibrio que esta tenga, para poder tener una vida sana, sin miedos y traumas se debe tener en cuenta estos fundamentos desde nuestros primeros pasos.
Los traumas y miedos que adquirimos durante nuestra niñez nos van a acompañar siempre y serán unas de nuestros mayores problemas y limitantes en la adultez y si no los logramos superar nos traerá como consecuencia un sufrimiento constante en nuestra vida.
En la adolescencia siempre se saca la rebeldía y todo aquello que traemos arrastrando desde niño, y si vivimos una niñez traumática así será nuestra vida en los próximos años.
Estas son algunas de las diferentes etapas a lo largo de nuestras vidas, las cuales desperdiciamos sin haber vivido su hermosura, sin pensar que la vida nos llega en un instante y de igual manera se nos va sin haber disfrutado nada, con esto solo conseguimos amargándonos por tonterías y sufrir por cosas insignificantes en comparación con la vida.
Trata de ver lo lindo de todo para que tengas un bonito recuerdo, no arrastres cosas que te van a endurecer el corazón, busca lo bueno a todo y si son cosas malas las que te suceden hay que verle el lado bueno y que de todo te queda una experiencia o un aprendizaje, sacarle provecho a lo que te pasa, para que así puedas tener una la mejor vejes posible.
A veces nosotros nos buscamos la muerte o enfermedades guardando rencor, con preocupaciones, viviendo una vida de estrés, sin darnos cuenta del daño que nos hacemos.
Vive y se feliz que la vida se te va sin vivirla.