Uno de los retos más grandes de vivir solo definitivamente es cocinar. Ahora imagínense vivir solos y en un país donde la comida es tan distinta a la que acostumbrabas: desde los nombres de los alimentos, hasta la forma de prepararlos.
Cuando te independizas debes aprender el maravilloso arte de administrarte. Es sencillo: no gastes más de lo que ganas. Pero, ¿hay acaso un consejo igual de simple para aprender a cocinar? Si fallas, al menos puedes llamar a mamá, a la abuela, a la tía, al papá, a los primos... a alguien para que te reciban en su casa. El problema está cuando no tienes a nadie conocido cerca y no te queda de otra que aprender a hacer algo que al menos resulte digerible.
En este camino he hecho cosas que jamás me imaginé. comenzando porque mi ingreso económico dependa en gran parte de lo que cocine. Imagínense a alguien que nunca tuvo que cocinar para más de dos personas y nada elaborado, de repente cocinando para cinco ¡ceviche, lasaña, pollo horneado, cordon bleu...! Pudiera hacer fácil un nuevo blog de recetas.
Es increíble ver la cantidad de talentos ocultos que podemos descubrir de nosotros mismos en momentos críticos. Pero aunque haya preparado todos aquellos platillos, aún no sé preparar huevo cocido. Help.