¿Madre Feliz o Profesional Exitosa?

in #castellano7 years ago (edited)

Elena julio Celular 699.JPG

En la vida se tienen pasiones, algunas trascendentales y otras muy banales. Para mí ejercer mi profesión en su mayor expresión se ha convertido en un verdadero disfrute que va más allá del incentivo económico que se pueda generar, se trata de hacer lo que más te gusta y sentirse realizada, como “pez en el agua”.

Pero en la diversidad de roles que se desempeñan comienzan a abrirse paso demandas, por un lado las laborales, pero en otro extremo las personales. Todos tenemos horarios, compromisos y tareas por cumplir, pero también en el ámbito familiar se debe mantener el espacio para ser pareja, padres, hijos, amigos. Sin embargo, me centrare en el rol específico de la maternidad, con el cual me identifico y reflexionó en esta publicación.

Ser madre es una de las expresiones sociales más ampliamente reconocidas y de la cual por tradición son atribuidas una serie de tareas, desde el mismo momento de la gestación y aunque el grado de compromiso del padre sea elevado, la madre es irremplazable, por algo a nivel popular se escucha decir “madre es una”. Sin embargo, la madre de hoy en día se aleja de la visión tradicional, desde hace ya varias décadas la mujer intenta cumplir su rol de figura materna conjuntamente con el de profesional y para muchas no siempre la fórmula resulta del todo acertada, ya que a esta relación se agrega una presión adicional “la económica”, la necesidad de aportar al presupuesto familiar.

Se hace imperante balancear las funciones maternas conjuntamente con la acción laboral, todo con el fin de garantizar lo mínimo necesario para cubrir gastos básicos. Pero he allí, por lo menos para mí una encrucijada.

El desarrollo de los niños tiene sus etapas y tareas evolutivas, la crianza y participación de los padres resulta vital. Pero, en ¿qué medida se debe inclinar la balanza?, ¿qué hay que tener en cuenta?

Ante la interrogante ¿Madre Feliz o Profesional Exitosa? mi experiencia personal resulta ser mi mayor marco de referencia. Considero que para cada mujer que cumpla el doble rol es preciso reflexionar en torno a esta temática, detenerse a pensar, tomar algunas decisiones y realizar ajustes.

Si bien mucho se ha dicho en relación al hecho de que “los hijos son de la vida”, y cada uno en su momento podrá abandonar el nido y volar, para mí el rol de los padres resulta trascendental; es en el convivir donde se va desarrollando una dinámica de experiencias, afectos, valores, principios y modelos de conducta, que van de la mano con un estilo de vida, que luego tendrá su impacto en el futuro. Si bien cubrir las necesidades del grupo familiar resulta vital, no puede ser el único objetivo de proyección; la visión debe estar centrada en mejorar la calidad de vida pero balanceada con el tiempo que es preciso dedicar a los hijos, no sea que este pase más rápido de lo que pensamos y sea demasiado tarde para tomar acciones. De ser así probablemente estarían cubiertas las necesidades básicas a costa de importantes vacíos, me refiero a hijos emocionalmente desnutridos.

Confieso que en algunos momentos me he enfocado mucho en mis estudios de post-grado y doctorales, vinieron las tesis, las consultas, la crisis económica, los proyectos y la búsqueda de recursos, pero en algún momento la vida te da cachetadas, te hace llamados de atención, los hijos pasan facturas caras. Es justo en este momento cuando resulta preciso dejar a un lado tantos distractores y concentrarse en lo que es verdaderamente importante, lo que marca la pauta.

Mis hijos están actualmente en plena adolescencia, con sus miedos, amenazas, vulnerables e inseguros, la influencia de otros resulta poderosa, es preciso estar allí y orientarlos, crear lazos de comunicación y confianza, ser su primera opción a la hora de buscar respuestas.

En conclusión esta etapa de mi vida se llama “alto”, ser madre feliz es la respuesta final a la encrucijada planteada, pongo en reposo, justo a media marcha la trabajadora que he sido tiempo completo por vocación, para dar paso y hacer lo que tengo que hacer, simplemente estar allí para ellos, porque también eso me hace feliz.

Espero estas reflexiones sean oportunas y de apoyo para otras madres en las misma circunstancia o encrucijada.